Especialistas de la economía mundial como Kauss Schwab del Foro Económico Mundial (WEF), afirman cómo estamos por comenzar la cuarta revolución industrial, un cambio que cambiará el mundo laboral y los medios de producción por siempre.

Varias revoluciones relacionadas al mundo de la producción ha experimentado la humanidad, estas han marcado cambios en la perspectiva del mundo que poseen los ciudadanos. En este sentido un evento remarcable fue la invención de la máquina de vapor, lo que condujo a la producción de motores para máquinas industriales y de transportes que facilitaron la automatización de procesos que requerían del trabajo físico de las personas.

Lo que sucedió después de esto fue una aceleración en el crecimiento de las ciudades entre 1760 y 1830 y al mismo tiempo una concepción acelerada del tiempo humano y de la cultura que tuvo gran repercusión en los modos de vivir .

La segunda revolución industrial sucede alrededor de 1850, podría datar desde la invención de la electricidad y su incidencia sobre la producción y la manufactura. La tercera revolución industrial corresponde a la expansión y democratización de las TIC desde los años 50, lo que cambiaría por siempre los modelos de relacionarnos y esto tambien repercute en el mundo del mercado que comienza a integrarse en la tecnología.

Una nueva revolución industrial, en marcha

Es emocionante pensar en la idea de una revolución, no solo por lo positivo sino por los impactos negativos que pudieran tener sobre nuestro estilo de vida.

Hay aquí varios factores a evaluar para definir nuestra posición al respecto de si este cambio nos beneficia o no.

Lo que caracteriza a la cuarta revolución industrial es la convergencia de las tecnologías digitales, físicas y biológicas. Razón por la cual cual cambiará el mundo tal como lo conocemos, situación que está ocurriendo a gran escala y velozmente.

"Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes", afirma Klaus Schwab.

La cuarta revolución afectará de manera profunda el futuro del empleo, la desigualad del ingreso, así mismo habrán cambios culturales y generales que se han de experimentar.

Alemania ha sido el primer país en colocar como estrategia prioritaria para su país a la cuarta revolución industrial. Con el visionario propósito de eliminar la mano humana de la manufactura y reemplazarla por tecnología. Esto sería posible por mediación del cloud computing y el internet de las cosas.

Se estima que el tipo de economía que se generará a partir de los nuevos modos de producción, aportará US$$14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años. Nanotecnología, biotecnología, robots, impresoras 3D, drones, y muchos más son los artefactos que están precediendo los nuevos procesos de la economía emergente.

Revolución buena para unos y para otros no tanto

Se dice que la cuarta revolución acabaría con unos 5 millones de puestos de trabajo en los 15 países más industrializados del mundo.

Son precisamente los países con mayor desarrollo tecnológico los que encararán de manera acelerada e inédita los cambios.

La consecución de un proyecto revolucionario con la tecnología puede beneficiar a poblaciones enteras en sus niveles de calidad de vida, uno de los factores que contribuye a esto es la redistribución de recursos. Sin embargo, los que se beneficiarían de este cambio son las personas que logran evolucionar y adaptarse a las nuevas herramientas digitales de trabajo.

El 70% de ejecutivos tiene buenas expectativas de lo que sucede en la cuarta revolución. Un 64% dice que están dispuestos a innovar, estas cifras contrastan considerablemente respecto a un 17% que temen por el impacto negativo en los trabajadores.

Cifras tomadas del Barómetro Global de Innovación 2016.

No sabemos qué va a ser del futuro del hombre, por un lado nos presentan noticias desastrosas y la imagen de una sociedad desmoralizante que practica una ética indolora y conformista. Por otra parte encontramos en la apropiación de los medios que propone la cuarta revolución industrial una posibilidad de abrir caminos a nuevas maneras de trabajo y de presencia en el mundo.

Todo está en las manos de quienes posean los medios en medio de un proceso de síntesis de la tecnología en las cosas que conforman la cotidianidad humana en sus diversos aspectos.