Es ocioso hablar del sinnúmero de cubanos que huyen de la Isla en busca de libertad, de la misma manera que es conocido que la mayoría vio frustrados sus sueños después de que en el año 2017 el expresidente estadounidense Barack Obama pusiera fin a la Ley de Pies Secos, Pies Mojados, que permitía que cualquier cubano que arribara a suelo norteamericano pudiera iniciar sus trámites para adquirir la residencia permanente. Esta decisión tomó a todos por sorpresa dejándolos en medio de la nada.

¿Quién es Yosvany?

Este es el caso del licenciado en Física y Electrónica Yosvany González Plunkett quien formaba parte de un grupo de cubanos enviados a Las Bahamas en virtud de un convenio de educación firmado entre ambas naciones caribeñas y, al quejarse por la excesiva parte del salario que le era descontado, sumado a otras abusivas deducciones financieras que le hacía la embajada cubana en Nassau, fue notificado de que su función como profesor en Las Bahamas había sido suspendida sin mediar motivo o justificación válidos.

Conociendo las represalías que el Estado cubano tomaría en su contra, decidió ocultarse y no regresar.

El reconocido periodista cubanoamericano Ricardo Quintana viajó a Las Bahamas para encontrarse con Yosvany y hacer todo lo posible porque no fuera deportado a Cuba.

Es bueno destacar que la labor de este incansable corresponsal de la prensa lo hizo acreedor del premio Emmy 2017 por su documental Cambio de ruta, dedicado a los miles de cubanos que quedaron atrapados en las selvas latinoamericanas.

¿Qué ha ocurrido con este joven y sus sueños?

Han transcurrido cinco años y medio desde que esta entrevista se hizo pública a través del canal televisivo TV Martí, y, aunque en su momento fue noticia de primera plana, muy pocos conocen lo que ocurrió desde entonces hasta la actualidad con la vida y los proyectos de este joven profesor.

Luego de un largo pero fructífero proceso y con el apoyo de la funcionaria de las Naciones Unidas en Las Bahamas, señora Deneisha Moss-Balboni, Yosvany consiguió su estatus de refugiado político en abril de 2017, algo que sin dudas fue un gran paso en pos de sus aspiraciones.

Es posible que la noticia de que su nuevo estatus haya producido en él una gran alegría, pero, aunque está mucho mejor que en su país de origen y es atendido directamente por la ACNUR (Alta Comisión de las Naciones Unidas para Refugiados) el gobierno de Bahamas no le autoriza un permiso de trabajo ya que técnicamente no tiene relación migratoria con el país, es considerado como de tránsito y vive en una casa asignada por la ONU, pero sin poder trabajar a pesar de tener buena preparación académica.

Su situación económica es difícil

Esta es la realidad de decenas de cubanos (y de otras nacionalidades) que se ven obligados a vagar por el mundo sin poder darle un sentido recto a sus proyectos de vida, solo por el hecho de tener malos gobernantes o dictadores que desgobiernan sus países.

Sobre todo ahora, que la política migratoria implementada por el presidente Donald Trump es explícitamente antiinmigrante en contraposición a la explosiva necesidad de los latinos de escapar de países como Venezuela, Honduras y Cuba.

Quien no tiene en su poder hacer algo más concreto por sus semejantes, solo puede limitarse a esto: contar una historia entre millones.

Entrevista realizada en agosto de 2013