Hace poco leía un artículo en el que se evidenciaba la censura al arte en cuba. Aunque no sea un tema novedoso, puesto que en el mundo entero existe esta forma de represión de las ideas, Cuba se precia de ser una sociedad inclusiva y con entera libertad de expresión. Lo interesante de el caso que menciono es que una organización que representa a un importante grupo social es la presunta autora del descalabro.
Se trata de una trunca exposición del artista plástico Reynier Leyva Novo, que pretendía realizar en la embajada de Noruega en La Habana. Dicho performance incluía a varias personas sordas. El nombre de la exposición era “Hijos del silencio”, y el tema, la censura. Pero nunca se realizó porque la Asociación Nacional de Sordos e Hipoacúsicos llegó a la conclusión de que estaban siendo utilizados para hacer propaganda disidente.
¿Representación y defensa de la sociedad sorda en Cuba?
Después de trabajar un tiempo en el departamento de Closed Caption de la Televisión Cubana, pude darme cuenta de varias cosas relacionadas con la población a la que iba dirigida nuestro trabajo.
En primer lugar, la mayoría de las personas no estaban al tanto de la forma de trabajo en las oficinas. Eso impedía la correcta evaluación de las labores y muchas veces la observación del subtítulo oculto que se transmite.
A eso podía sumarse el hecho de que era excesivamente trabajoso incluir programas solicitados por los sordos del país, pues la ANSOC no intervenía ante el Instituto Cubano de Radio y Televisión para defender la necesidad de incluir más programación. Este es un departamento pequeño, con menos de 20 personas trabajando en más de 50 programas a la semana, con poca disponibilidad tecnológica y de espacio. Pero sobre todo de tiempo para hacer la correcta transcripción y revisión de los textos, pues a pesar de las demandas, muchos no se han preocupado por incluir el servicio en la cadena de producción.
Como organismo representativo de la comunidad sorda en Cuba, es necesario que la ANSOC se vuelque de lleno en defender los derechos de estas personas desde cada espacio que tengan. No se trata de ofrecer computadoras o medios materiales para realizar el trabajo, sino que pongan pies firmes en el acto de facilitar la información y la vida a estas personas. Como sociedad inclusiva que es la cubana, es de suma importancia que las instituciones hagan su labor teniendo en cuenta a cada una de las personas que habitan el país. Solo así se podrá construir el camino por que se transita de forma efectiva.