Las mujeres solemos quejarnos de la conducta de los hombres. No se comprometen, no escuchan, no se comportan como corresponde, insistimos. Y si bien solemos tener razón, parte de estas actitudes se deben a errores nuestros, que debemos corregir si lo que buscamos es una felicidad compartida.

Errores más comunes

  • Parecer siempre ocupada

En sus ganas de parecer interesante, fascinante y multifacética, una Mujer que está siempre ocupada puede dar la impresión de ser inabordable y autosuficiente. Si usted se pasa toda una cena hablando de todo lo que hizo durante el día: “Hoy estoy agotada, estuve todo el día trabajando, después me fui a una clase de inglés, más tarde tuve que hacer ochenta tramites”, solo conseguirá que él escape, pensando que no tendrá tiempo para estar con él o que –peor aún– usted pretende que el hombre que está a su lado sea también alguien ocupado las veinticuatro horas del día.

  • Cuestionar su estabilidad financiera

Nada ahuyenta más a un varón que una mujer que ni bien lo conoce pregunta acerca de sus viene raíces o de sus cuentas bancarias… especialmente si el señor en cuestión no es todo lo solvente que desearía ser. En esta sociedad a los varones se los valora por su virilidad y el dinero que tienen, así que todo lo que los haga sentir inseguros en ambos terrenos son razones suficientes para que deseen poner fin a una relación o pierdan las ganas de siquiera iniciarla.

  • Revivir viejos amores

El hombre es competitivo por naturaleza, y su primer impulso cuando escucha hablar de “Juan o Roberto” es sentirse molesto y amenazado. Aunque usted relate historias de sus ex novios solo para criticarlos, su pretendiente actual puede sentirse dolido.

En especial esto último, criticar a sus ex, porque su pareja temerá que algún día usted termine hablando de la misma manera de él.

¡Sin presiones!

  • Hablarle del hombre ideal

Esta actitud es bastante habitual en las mujeres, quienes creen que así le dan pistas al varón de como ellas desean que él sea o se comporte. ¡Grave error!

Ellos se sienten que lo que la mujer describe es una crítica a ellos y una demanda. Los paraliza, se sienten inadecuados y por lo general esta incomodidad mata la ternura y la pasión.

  • Presionarlo para que avance profesionalmente

Por más que usted piense que eso significa apoyarlo, un mi amor, “pide aumento de una vez a esta altura de los acontecimientos ya tendrías que ser el vicepresidente de la empresa”, esto transforma a una mujer ideal en una bruja.

Imagínese como se sentiría usted si tuviera un asesor vocacional gratuito o alguien que le indicase como hay que criar a los niños o mantener limpia la casa, deje que él se haga a cargo solito de su trabajo sin presiones.

  • Reclamar excesiva intimidad

Ellos odian a una mujer que se ahogue, que les pida más de lo que pueden dar. En cualquier punto de la relación una actitud de necesito más tiempo solos puede provocar algo así como el estallido de una bomba atómica. Adelantarse a los acontecimientos, apurar los tiempos, es una terrible equivocación, así que será cuestión de no dejarse ganar por la ansiedad ni hacer reclamos constantes.

  • Revelarle todos nuestros secretos

Muchas mujeres creen que describir todas sus fantasías, todos los detalles de amores pasados o sus “deslices” son pruebas de confianza que mejoran la intimidad.

Sin embargo, muchas veces, nuestras revelaciones pueden asustar. “Soy súper histérica” “siempre me enamoro, pero enseguida me canso” “me gustaba un compañero de facultad cuando ya estaba casada”, etc., son confesiones que más vale obviar.