El periódico Hurriyet ha informado que tras haber estado alejada del público por más de 100 años, una momia egipcia bicéfala (la primera cabeza pertenece a una niña y la segunda a un cocodrilo) ha sido fotografiada en Turquía.

De acuerdo la explicación que dieron los arqueólogos turcos, esta momia está conformada por la cabeza y parte del cuerpo de un cocodrilo proveniente del río Nilo, y el cadáver de una princesa de Egipto que no ha logrado ser identificada.

Se cree que el origen de esta peculiar momia fue resultado del trabajo de los embalsamadores que por órdenes de los antiguos gobernantes egipcios, combinaron los cuerpos.

Esto se hizo así debido la creencia de que la pequeña infanta, que murió devorada por cocodrilos, podría resucitar en la forma de estos reptiles.

La leyenda del destierro de la momia

El sultán otomano Abdul Hamid II, quien gobernó durante la última parte del siglo XIX, ordenó que esta singular pieza fuera resguardada en el palacio de Topkapi, donde actualmente permanece. El resto de las momias de personajes históricos con las que cuenta Turquía se encuentran en el Museo Arqueológico de Estambul.

Sin embargo, la momia no siempre estuvo en Topkapi, sino que después de haber sido trasladada desde Egipto a mediados del siglo XIX, ésta se resguardó en el Palacio de Yildiz. En la década de 1950, fue Hakki Konyali, quien se desempeñaba como historiador, quien narró la anécdota de cómo esta momia fue exiliada de Yildiz.

La historia de la momia bicefala

La anécdota dice que uno de los trabajadores de Yildiz deseaba que el repostero real le obsequiara unos dulces pero este no accedió. Al recibir la negativa, el sirviente decidió hacerle una broma, por lo que colocó la cabeza del lagarto sobre los costales de azúcar que se encontraban en la bodega.

Al llegar la noche, el empleado se escondió en el almacén y comenzó a golpear para llamar la atención.

Los habitantes del palacio que acudieron alarmados a revisar de dónde provenían los golpes, observaron asustados la cabeza del cocodrilo pues pensaron que ésta era la causante de los ruidos. Fue entonces cuando el sirviente hizo su aparición, estableciendo que retiraría la cabeza del lugar siempre y cuando el repostero accediera a su petición.

Para aliviar las tensiones suscitadas por el incidente, el sultán que gobernaba en ese momento ordenó que los restos fueran movidos al palacio de Topkapi. Una historia muy interesante que revela la identidad de esta momia.