Un equipo de científicos de la Universidad de California en Davis y del Instituto Max Planck en Alemania han hallado pruebas que sugieren que un conjunto de simios del género Cebus, mejor conocidos como monos capuchinos, que habitan en el Parque Nacional de Coiba en Panamá , han dado inicio a su propia Edad de Piedra.
El grupo de monos capuchinos cariblancos fue observado empleando rocas para quebrar diversos objetos como mariscos y nueces. Aunque este comportamiento ya se había registrado previamente en ejemplares de la especie Sapajus, esta es la primera vez que se vislumbran monos del género Cebus presentando este comportamiento de manera recurrente.
El uso de estas herramientas por parte de los simios es para introducir a su dieta semillas, caracoles y cangrejos ermitaños. La falta de comida, la ausencia de depredadores y los hábitos terrestres han sido fundamentales para el desarrollo de este comportamiento.
Brendan J. Barrett, el director de la investigación
El estudio estuvo comandado por Brendan J. Barrett, que tiene amplia experiencia en el trabajo con los monos capuchinos del Parque Nacional de Coiba. La investigación, que todavía no se publica de manera formal, está conformada por registros audiovisuales que datan del año 2004 y hasta la fecha.
Los científicos destacan que poco más de la mitad de los ejemplares observados durante la investigación presentaron estos hábitos.
Asimismo señalaron que de toda la muestra estudiada, el uso de herramientas de piedra fue mucho más frecuente en monos machos.
Para observar a los monos, se instalaron cámaras en tres ubicaciones del parque y a través de éstas se consiguió observar los hábitos y comportamientos de los monos. Los investigadores indican que este tipo de conductas pueden haber sido adquiridos a través del aprendizaje.
También señalan que tres elementos clave para su desarrollo pueden ser la limitación de recursos que hay en su hábitat, el hecho de que estos monos son altamente terrestres y finalmente el bajo riesgo de ser depredados por otros animales.
El comportamiento es por falta de comida
Barrett ha establecido que es posible la carencia de comida al alcance de los monos puede estar desempeñándose como una presión de selección que ha llevado a estos animales a desarrollar nuevos métodos para alimentarse.
Por otra parte, la ausencia de depredadores ha permitido que estos simios pasen más tiempo en el suelo, lo que les ha dado la posibilidad de desarrollar el uso de rocas. Aunque todavía hace falta mucho por estudiar, el equipo de científicos seguirá investigando para obtener mayor información respecto a estas peculiaridades etológicas de los monos capuchinos.