Facebook censura las tetas. Dicho así suena un poco ordinario, pero no deja de ser cierto. La red social con más usuarios del mundo libra una batalla contra el erotismo y la desnudez hasta el punto de censurar imágenes que no tienen nada que ver con el tema. Así, ha tenido que rectificar en múltiples ocasiones. Muchos recordareis la foto de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, junto a Christine Rushing, fundadora de un grupo que promueve la lactancia materna.

Las protestas por las censuras a fotos en las que se veía como madres daban de mamar a sus bebés y las cuentas bloqueadas por mostrar contenido inapropiado (el pezón de la madre), terminaron haciendo reaccionar al presidente de la compañía que se comprometía a promover la visibilidad de las mujeres amamantando.

La batalla continúa en el mundo del arte

El pasado jueves 12 de abril, ha sido bloqueada por Facebook la cuenta del Museo del Patio Herreriano de Valladolid, y borrada una de sus publicaciones. Se trataba de una fotografía con la que publicitaban la exposición sobre el fotógrafo Willy Ronis (1910-2009) uno de los máximos representantes de la fotografía humanista del s. XX. La fotografía, cedida por el Museo Jeu de Pomme, lleva por título “Un au tricot rayé” (1970), en ella se observa a una mujer en el momento justo de quitarse un jersey, la cara cubierta y el torso desnudo con los senos al aire.

Los representantes de la institución se lo han tomado con aplomo, manifestando que es evidente que “los algoritmos de facebook no saben distinguir contenido inapropiado de una obra de Arte”.

Permitimos fotografías de pinturas, esculturas y otras obras de arte donde se muestren figuras desnudas", aclara la empresa, que en el año 2015 cambió las reglas para permitir la publicación de desnudos pertenecientes a obras de arte. Sin embargo, su historia reciente demuestra que no siempre es así.

Hasta el punto de que han tenido que ir a juicio en Francia.

Frédéric Durand es un profesor que denunció a Facebook por cerrar sin previo aviso su cuenta en febrero del 2011, justo tras la publicación de una imagen del cuadro de Courbet, “El origen del mundo” (1861) que puede verse en el Museo de Orsay de París.

La obra muy controvertida en su momento retrata unos genitales femeninos pero según el propio museo que la aloja “escapa del estado pornográfico gracias al gran virtuosismo de Courbet”.

En junio de 2017, Facebook también eliminó un video didáctico publicado por la Fundación L’Hermitage de Lausana, una de las más prestigiosas instituciones de arte de Suiza, en el vídeo explicaban la pintura “Desnudo recostadode Modigliani. “No estamos hablando de nudismo, sino de arte” dijo el representante de la institución antes de que Facebook se disculpara por su error y repusiera la publicación.

El artista hiperrealista Francisco Casas, que realiza pinturas y dibujos hechos con bolígrafo es un ejemplo de los muchos que han tenido que lidiar en varias ocasiones con la censura de las plataformas de Facebook e Instragram, que han bloqueado sus cuentas.

La primera vez le ocurrió en el año 2009, pero ha seguido sucediéndole a pesar de que las normas de las plataformas especifican claramente que “se aceptan desnudos en fotos de cuadros y esculturas”.

De hecho la implacabilidad de Facebook se extiende a censurar esculturas de hace 30.000 años, como la Venus de Willendorf (decisión que sin duda empequeñece la censura en su momento de la escena de Gilda en la que Rita Hayworth se quita el guante). Fue la autodenominada artivista, Laura Ghianda, quien subió la imagen de la Venus, eliminada de su muro por ser considerada “pornografía peligrosa”.

Facebook: un algoritmo opaco y censores insuficientes

El diario The Guardian publicó en mayo de 2017 un artículo en el que decía que había tenido acceso a más de cien manuales de capacitación internos de la compañía de Facebook en los que se trataba sobre la política para moderar asuntos como la violencia , el discurso de odio, el terrorismo, la pornografía, el racismo y las autolesiones.

Lo cierto es que además de flagrantes contradicciones, el volumen de datos en constante crecimiento de la red social supera el trabajo de los censores que, en muchas ocasiones, solo tienen diez segundos para tomar una decisión. Mark Zuckerberg se comprometió a contratar 3500 personas más, para contar con un cuerpo de censores de 7500 trabajadores a lo largo de 2018.

Sin embargo, quizás la mayor contradicción estriba en la continuación de la política social norteamericana, de la que Hollywood era un fiel reflejo, la desnudez y el sexo son penalizados pero no ocurre lo mismo con la violencia explícita ya sea hacia otras personas o animales.