Balkrishna Doshi, ha sido el ganador del premio Pritzker, otorgado por la Fundación Hyatt, que viene a ser algo así como un nobel para los arquitectos. El premio está dotado con 100.000 dólares (81.000 euros), un certificado y un medallón de bronce. El anuncio fue hecho el pasado 7 de marzo, Doshi ha sido el primer arquitecto indio en recibir este prestigioso premio.
Curiosamente él mismo formó parte del jurado de este premio entre los años 2005 y 2009.
El jurado valoró su profundo conocimiento y comprensión de la tradición arquitectónica de la India y su capacidad de unir tradición y modernidad en sus obras a la par que su compromiso social.
Doshi una trayectoria ejemplar
Doshi nació en Pune en 1927. Entre los años 1951 y 1955, B.V. Doshi trabajó como aprendiz de Le Corbusier en su taller de París. A través de una beca de la Fundación Graham visitó Norteamérica en 1959. Posteriormente, ya en la India se le encargó el diseño de viviendas para los servidores del gobierno en Chandigarh, la nueva capital del Punjab, lo que le convirtió en un pionero de las viviendas de bajo costo
En los años 60 abrió una escuela de Arquitectura en Ahmedabad, que desde 1972 se llamó Centro de Planificación Ambiental y Tecnología, porque comprendió que su servicio a la comunidad debía de ir más allá de sus construcciones a la transmisión de sus conocimientos.
Redactó junto a Moshe Safdie, el arquitecto iraní Nader Ardalan y el profesor de Harvard Josep Lluis Sert la Declaración de derechos sobre el hábitat.
Una arquitectura al servicio de los habitantes
Mantiene que “el diseño convierte los refugios en viviendas”. Sus construcciones buscan además fomentar el sentimiento de comunidad, que se muestra en su tratamiento de los espacios comunitarios, para él arquitectura, urbanismo y diseño son indisociables. Su búsqueda de un mayor bienestar se centra en crear espacios donde las personas puedan ser capaces de encontrar el silencio y de poder vivir a su propio ritmo, aún en las ciudades. Implicado profundamente en cuestiones de sostenibilidad, Doshi piensa que las ciudades pueden contribuir a la salud de la sociedad.
Las formas que caracterizan su arquitectura son los cilindros, las bóvedas semienterradas, los gruesos muros y los grandes arcos de hormigón que permiten vivir mejor en el clima de fuerte sol y lluvias de la India. Más de 100 edificios y barrios son su legado, para él la arquitectura quizás como un trasunto de la vida es continua transformación al margen de las modas.
“Mi trabajo es la historia de mi vida, continuamente en evolución, cambiando y buscando... " son sus palabras.
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