Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (Arequipa, 28 de marzo de 1936), es el nombre completo de este escritor de origen peruano y vocación mundial, que ahora publica un ensayo titulado “La llamada de la tribu”. A sus 80 años, Vargas Llosa mantiene incólume la capacidad de reír. En todas las entrevistas consultadas para escribir este artículo, llega un momento en el que el periodista de turno cuenta que Vargas Llosa ríe a carcajadas, quizás ahí estriba el secreto de su jovialidad.
Juventud y mujeres
Cuando era joven, durante su primera infancia se creyó huérfano de padre, porque su familia no creyó conveniente contarle que sus padres se habían separado.
A los 10 años se topó de golpe con un desconocido autoritario que era su padre y que odiaba la literatura. Buen empujón para un espíritu rebelde. Su familia apostó fuerte por su educación. Querían que Mario fuera un hombre importante y de provecho.
Numerosos premios a su obra, como el Príncipe de Asturias de las Letras en 1986 y el Premio Nobel de Literatura en el 2010, amén del reconocimiento mundial como uno de los creadores más destacados y valorados de la lengua hispánica, demuestran que el objetivo está más que cumplido.
Pero, Mario Vargas Llosa ha sido también siempre un hombre apasionado, a los 19 años se casó, en contra de la opinión de su familia, con su tía (política) Julia, 10 años mayor que él y ya una vez divorciada.
Esta relación duró 9 años, Vargas Llosa la cuenta ligeramente novelada en una de sus obras más conocidas “La Tía Julia y el Escribidor”, reconoce que fue ella quien le impulsó a escribir en serio.
La obra la termina Vargas Llosa en el punto donde según él se acabó el amor. Pero la continuó la propia Julia, escribiendo un libro titulado “Lo que Varguitas no dijo” (1983), y contando que el amor se acabó porque apareció otra mujer, Patricia Llosa.
Mario se casó con Patricia, que era también su prima (esta vez carnal) y este matrimonio duraría 50 años, juntos tendrían 3 hijos. El verano del 2013, Mario Vargas Llosa dejó a su mujer e hizo pública su relación con Isabel Preysler.
No creo que el escritor rechazase la idea de que en su vida ha habido tres amores fundamentales, la literatura, las mujeres y la política.
La llamada de la Tribu
“La llamada de la tribu” es un ensayo en el que Vargas Llosa hace un alegato del pensamiento liberal, a través de siete autores cuya lectura ha marcado su ideario: Adam Smith, Ortega y Gasset, Friedrich von Hayek, Karl Popper, Raymond Aron. Isaiah Berlin y Jean-François Revel. Es por tanto también una suerte de autobiografía intelectual. En el libro explica su evolución ideológica que pasó del marxismo militante de su juventud a su implicación actual con la democracia y el Liberalismo.
Cuenta Vargas Llosa, que en la América Latina de su juventud ser intelectual implicaba prácticamente ser un marxista convencido. El comunismo parecía lo opuesto a las dictaduras militares, una lucha contra la desigualdad en las antípodas de la corrupción.
A Vargas Llosa le apodaron “El Sastrecillo valiente” porque sus ideas comunistas se vieron influidas también por el existencialismo de Sartre, lo que le trajo muchas discusiones internas.
La revolución cubana impulsó su ideario, pero pronto llegó el desencanto, primero con las UMAP, que eran una especie de campos de trabajo. Y la ruptura definitiva con el proceso que se hizo en contra del escritor Heberto Padilla, acusado de actividades subversivas contra el régimen y encarcelado junto a su familia. Muchos intelectuales del momento salieron en su defensa, pero el régimen le obligó a hacer una Autocrítica en la que renegaba de su obra.
Este es el.primer capítulo de “La llamada de la tribu”, la aubiografía intelectual Mario Vargas Llosa en que explica su giro de marxismo al liberalismo político https://t.co/hJSTE7Ldns vía @elespectador
— Namphi Rodriguez (@namphirodriguez) 25 de febrero de 2018
El viraje ideológico fue pues gradual pero meditado.
Vargas Llosa llegó incluso a presentarse a las elecciones a la presidencia de su país siendo derrotado por Fujimori. Él mismo cuenta su experiencia fallida en el libro “El pez en el agua” (1993)
Años de lecturas llevaron a Vargas Llosa a convertirse en un férreo defensor del liberalismo basado en la libertad, el individualismo y en la democracia como la forma en la que la humanidad ha conseguido que sean reconocidos los derechos humanos.
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