Lola Fernández Estévez publica su segunda novela ‘Natica’. No es la primera vez que desde este medio hablo con Lola y siguiendo su progresión, con un poco de suerte, no será la última. Sus palabras denotan la seguridad y trasparencia de aquellos que han decidido luchar por hacer realidad sus sueños y saben que esto es solo posible a base de esfuerzo.
Hablamos con Lola Fernández Estévez
Pregunta: Natica, es un nombre curioso, diferente, que da nombre a la novela y a la protagonista, ¿de dónde viene?
Respuesta: Natica es el diminutivo de Natividad, es la historia real de una mujer cordobesa con una mentalidad muy libre, que se vio inmersa en aquella sociedad asfixiante de la posguerra española, cuando las mujeres eran “nada”.
Por eso siempre digo que Natica le tocó vivir en un tiempo equivocado.
P: ¿Afrontar la escritura de una novela histórica basada en un hecho real entraña más o menos dificultad que la escritura de un universo inventado?
R: El proceso de documentación que exige una novela histórica es mucho más riguroso que un contexto contemporáneo o inventado, cada escena que imaginas, cada paso que das tienes que ser consciente del momento en el que viven los protagonistas, desde qué tipos de vehículos utilizaban, el pavimento, la moneda, el vestuario, el retrete, las costumbres, el tipo de sociedad hasta las circunstancias políticas, etc.
P: ¿Cómo fue el proceso de documentación para Natica? ¿Cuáles son tus lazos con Córdoba?
R: Sobre todo, la situación política la he recogido a través de periódicos antiguos y documentos históricos, estas circunstancias son claves para la novela por la incidencia tan importante que tienen sobre los personajes, he estudiado el impacto político sobre esas personas en ese momento histórico. La información obtenida sobre Natica ha sido a través de testigos vivos, Natica es una familiar mía y este es mi homenaje a ella.
Mis lazos con Córdoba son de nacimiento, es el lugar de donde provengo, mis raíces.
P: La Guerra Civil es el momento más difícil que ha afrontado este país, hasta el punto de que aún, hoy, hay heridas abiertas, ¿cómo fue adentrarse en esta etapa? ¿se puede mantener la distancia a nivel emocional?
R: Las guerras para mí siempre son situaciones injustas porque hay sufrimiento y muerte, pero una guerra civil entre hermanos es lo peor que le puede pasar a un país.
Esta etapa de la historia española es ineludible cuando quieres contar algo ocurrido en aquellos años. Son historias humanas que forman parte de nuestro bagaje cultural, incluso de nuestro carácter, de la evolución de nuestras ideas actuales. Es nuestro pasado y eso no se puede borrar. En cuanto a la distancia emocional, he escrito Natica mirando al pasado, pero sin dejar de mirar al futuro, porque así era su carácter.
P: La protagonista de Tiempos de Sal, Judith, era una mujer ecuatoriana que se veía inmersa en el mundo de la prostitución, en el booktrailer se dice que Natica es una mujer que está convencida de la “pertenencia de su sexualidad cuando todo estaba prohibido”. ¿Piensas que la sexualidad femenina sigue siendo en cierto modo un tema tabú?
R: Cada vez menos, afortunadamente. La mujer ha cogido las riendas de su vida, en la actualidad suele estar formada profesionalmente y ser autosuficiente económicamente, esto es clave para ser libre. Los medios que existen sobre el control de la natalidad también han proporcionado a la mujer mucha libertad, ahora es ella la que elige el momento de ser madre, por ejemplo. Estoy convencida de que este será el siglo de la igualdad entre mujeres y hombres, quizás yo no lo veré y todavía queda mucho por hacer como la violencia de género, el acoso sexual, la discriminación salarial, pero hay reactividad femenina en todos estos campos, así como países que empiezan a tener en cuenta estas reivindicaciones.
P: El caso Weinstein abrió la veda para dar a conocer una problemática que ni es nueva, ni desconocida en el mundo del cine, pero también en la mayoría de los ámbitos de la sociedad. El movimiento #meToo ha posibilitado que muchas mujeres se atrevan a hablar. ¿Qué papel crees que puede jugar la literatura en todo esto?
R: Sí, la mujer ya no se calla. En Natica también hay violencia de género. Pero estoy convencida de que la literatura puede influir en las personas, que puede llegar a tener un papel fundamental en la vida cotidiana. En Natica he intentado volver de carne y hueso las palabras hasta tal punto que se pueda llegar a oír las voces de los personajes, a imaginarlos en una experiencia sensorial que se va a quedar en el pensamiento del que la lea.
La narración puede llegar a influir en los pensamientos del día a día. Creo que se produce un cambio, como empezar a juzgar al mundo desde los ojos de los personajes. Mi máximo deseo es entrar en confidencialidad con el lector y que al finalizar la novela sea como despedirse de un amigo muy íntimo y querido. Quien lee produce un cambio de consciencia. No eres el mismo después de leer un buen libro, eres mejor.
P: Cuando hablamos de Tiempos de Sal, dijiste que “empatizar con tus personajes” te ayudaba a resolver tus propios conflictos ¿cómo ha sido la relación con Natica?
R: Con Natica he aprendido muchas cosas, una de ellas es lo difícil que es llegar a pensar por una misma. Todos estamos sumergidos en una sociedad donde hay corrientes de opinión que nos homogenizan, salir de ese dominio denota una gran inteligencia.
Otro descubrimiento personal es la fragilidad de las ideas, que no son más que conceptos abstractos, y por las cuales podemos llegar a cometer actos terribles en nombre de alguna causa que nadie sabe cómo ha calado en nosotros. Y las ideas, hoy, son unas, y mañana, otras. Un frágil asidero que da sentido a nuestras vidas.
P: Internet y las redes sociales, facilitan mucho la difusión a los nuevos autores, pero también dificultan a la hora de seleccionar a quién queremos seguir, ¿cómo te llevas con las redes sociales?
R: Las redes sociales son un instrumento genial, he conocido a grandes personas a través de ellas, pero hay que tratar este tipo de redes como lo que son: una vida virtual, información.
Llamar la atención de posibles lectores es difícil, nadie sabe el secreto, es ese algo misterioso que todavía el marketing no ha descubierto y sin saber por qué hay personas que te apoyan, te quieren y compran tus Libros. Me he encontrado con gente que no conozco que han leído mi primera novela Tiempos de sal y, ahora, me dicen que quieren leer Natica porque les he generado una confianza en mi tipo de escritura. Les estoy muy agradecida.
P: Operación Inuit ¿será tu próxima novela? ¿puedes hacernos algún adelanto?
R: Sí, Operación Inuit quiero terminarla para el año 2019, es una novela de intriga, de corte conspiranóico, creo que será de gran interés para el público.
P: ¿Escuchaste a Imperio Argentina mientras escribías la novela?
R: Muy buena pregunta, cuando escribo una novela siempre escucho una música concreta que me marca un ritmo narrativo. Sí, escuché a Imperio Argentina, diversa música de esa época y sobre todo música de guitarra de Paco de Lucía.
P: ¿Por qué nos recomiendas Natica y dónde podemos comprarla?
- R: Natica es un viaje en el tiempo, transporto al lector del año 1926 hasta el año 1951 donde vivirá las peripecias con Natica, una personalidad vitalista, sentimental, de carácter importante, hecha de aire, y reflexionará sobre la vida que vivieron sus padres o sus abuelos, sus costumbres, su falta de medios, lo que llegaron a hacer para poder comer y subsistir. Es una historia llena de emociones, en la que ríes, lloras, piensas, disfrutas de una buena lectura.
- Se vende en la librería virtual de Editables, en Amazón y Agapea y en distintas librerías de la geografía española.
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