Fabiola de Roma, fue una romana noble. También la llamaban Santa Fabiola por los acontecimientos de su vida. Vivió en el siglo IV d.C.

La vida de Fabiola

Fabiola contrae matrimonio un hombre del que termina divorciándose para contraer matrimonio por segunda vez. Cuando vivía con su segundo marido se comenzó a relacionar con los círculos cristianos, en concreto, con el círculo de seguidores de Jerónimo de Estridón que además estaba vinculado con otras figuras cristianas como Marcela y Paula de Roma.

Su segundo marido muere y es entonces cuando Fabiola da un cambio brusco a su vida.

Decide convertirse al cristianismo y repartió todas sus riquezas con los pobres. Es decir, no solo el dinero sino también sus bienes. Además, fue una de las participantes directas en la fundación del primer hospital de Roma, concretamente, a finales del siglo IV d.C. Desde entonces, dedicó gran parte de su vida a cuidar de los más necesitados y es por eso que la llamaron Santa Fabiola.

Tuvo una influencia sobre la sociedad romana importante siendo considerada uno de los precedentes de la medicina social. Fabiola muere en el año 399 d.C. y se la menciona en varias cartas a lo largo de su vida. Su divorcio aportó conocimiento a los historiadores sobre el concepto que tenía san jerónimo sobre el tema en los límites de la patrística de la Iglesia.

  • Patrística: es una etapa del cristianismo (en los primeros siglos) que se basó en el desarrollo doctrinal de las creencias religiosas cristianas.

La Iglesia católica la canonizó y el día a celebrar es el 27 de diciembre. Actualmente, Fabiola de Roma es la patrona de las personas divorciadas además de serlo también de las personas víctimas de abuso, adulterio o también de infidelidades.

También se le otorga ser la patrona de los matrimonios difíciles.

Experiencias de Fabiola y su muerte

En el año 394, Fabiola salió de viaje en busca de nuevas experiencias. Tal fue así que llegó hasta Palestina donde tuvo una vida de soledad mientras estudiaba las Sagradas Escrituras bajo la vigilancia de san Jerónimo.

Al año siguiente, Fabiola volvió a Roma.

No fue por gusto ya que tuvo que volver porque huía de las invasiones germánicas. San Jerónimo invitó a Fabiola a volver a Belén pero nunca sucedió ya que se asentó en Roma para vivir de manera pobre hasta su fallecimiento.

Como podemos apreciar, Fabiola vivió en un proceso de transición. Terminó por inclinarse hacia el cristianismo que despertó en ella deseos de vivir una vida austera y ayudar a los demás fundando un hospital.