Adam Zagajewski nació en Lwów, hoy en Ucrania, el 21 de junio de 1945, aunque cuando solo tenía cuatro meses su familia se trasladó a la ciudad de Gliwice (Polonia), donde creció. En 1963 se instaló a Cracovia fue a la universidad y estudió Filosofía y Psicología.

Pertenece a la llamada “generación del 68” de autores comunistas siendo considerado su representante, de hecho fue el creador de sus dos lemas: “di la verdad” y “habla claro”. En 1972 publicó su primer poemario titulado “Komunicat”, en 1975 su primera novela “Caliente y frío”. También participaba escribiendo en la revista clandestina “Zapis”.

En 1982 se trasladó a París, después fue profesor en los EE.UU. volvió a su país dos décadas más tarde cuando cayó el régimen comunista, aunque sigue vinculado a la universidad de Chicago.

Es considerado como el continuador de la lírica polaca que cuenta con dos premios nobel, Czeslaw Milosz y Wislawa Szymborska. Experto en Rilke y Goethe y admirador de Antonio Machado ha sabido conjugar en su poesía lo cotidiano con los misterioso como muestra en su autorretrato: “Entre ordenador, lápiz y máquina de escribir/ se me pasa la mitad del día/ algún día se convertirá en medio siglo. / Vivo en ciudades ajenas y a veces converso/ con gente ajena sobre cosas que me son ajenas…”

Su poesía aparentemente sencilla es un ejemplo de profundidad, la historia y el Arte se encuentran en sus versos como parte de su cotidianeidad. Aunque su obra está traducida al castellano seguramente la concesión del premio Princesa de Asturias de las letras contribuirá a que sea mucho más leída.