Realmente, no puedo aparentar un escepticismo que no siento ante el visionado de “El resurgir de la Atlántida”, documental de la National Geographic en el que participan, entre otros, Georgeos Díaz Montexano, Richard Freund y James Cameron y que parte de la premisa de la búsqueda a lo largo de las diferentes culturas del Mediterráneo antiguo de aquella que pudo motivar el mito platónico de la Atlántida.

Es cierto que durante estos días he tenido mis dudas, ya que temía encontrarme ante un nuevo “Finding Atlantis”, otro caso de bella exposición de ruido mediático y humo para llegar a muy pocas pruebas, y demasiadas conclusiones precipitadas.

Pero la verdad que me ha sorprendido, por parecerme el programa emitido la semana pasada mucho más serio que su fallida entrega anterior.

No puedo ser escéptico, repito, porque en gran parte comparto muchas de las ideas que dicho documental televisivo expone. Aunque esta no deja de ser una opinión personal, hago mías muchas de las opiniones vertidas en “El resurgir de la Atlántida” porque me han recordado a muchas de mis experiencias personales visualizando objetos de las culturas antiguas ibéricas en el MAN, en Huelva y en el Museo Municipal de Badajoz.

Escudos que no son sólo escudos

Sí, es cierto, yo también he visitado el Museo de Badajoz y he visto las estelas de guerrero que el documental presenta.

Y es cierto que muchos arqueólogos sostienen que los dibujos de formaciones de círculos concéntricos son en realidad escudos, no perfiles de ciudades a vista de pájaro. Puede que muchos lo sean, y sin embargo existen restos de estructuras funerarias y urbanas en la Península Ibérica de hace miles de años que siguen exactamente ese patrón circular, repartidas muy a lo largo y ancho de nuestra geografía, desde las planicies de La Mancha hasta la costa sudoeste de Andalucía.

Uno se hace preguntas ante eso, y no quiere enterrarlo todo bajo un ataúd de hormigón armado de “todo son escudos” Porque quizás no todos los sean, y yo conozco al menos una estela de frontera expuesta en el MAN que también presenta un dibujo de formación circular concéntrica, y dudo mucho de que sea un escudo.

Falta una visión de conjunto

No, no todos son escudos. Al igual que ya existían en la Península Ibérica técnicas artísticas y desarrollos culturales antes de que llegaran los griegos y los fenicios a nuestras costas. Sólo hay que echar una ojeada al registro arqueológico y estudiar de forma más global lo que hasta ahora sólo se ha hecho de forma local o regional. No se puede entender Los Millares o el arte campaniforme sólo vinculado a procesos regionales, sino que hay que estudiarlos desde su procedencia hasta su expansión, y de nada me vale conocer que existía una maravillosa cerámica en Ciempozuelos a finales del II milenio a.C. si no sé que también se estaba desarrollando en la Meseta Central.

En la Arqueología española sobra mucho particularismo, mucha Arqueología de corta mira, y falta una visión conjunta. Aunque entiendo que en los tiempos que corren tal investigación no es fácil.

Un mito que puede tener una capa de verdad

Volviendo al tema que me ocupa, “El resurgir de la Atlántida” parece, por fin, un documental serio. Viaja a los lugares donde tradicionalmente se ha ubicado la Atlántida (Akrotiri, Cerdeña, Grecia) y termina en pleno Coto de Doñana, con miradas también a Jaén, Laja Alta, y Badajoz, siguiendo la pista de la cultura tartésica, como descendiente o motivadora del mito atlante. Nos muestra una serie de hallazgos subacuáticos en el islote de Sancti Petri sobre los que deben pronunciarse los arqueólogos patrios, y la posibilidad de encontrar estructuras en la costa del Atlántico que podrían añadir más luces que sombras sobre el destino de una cultura, y un mito, que tal vez no sea sólo una leyenda. Un mito que puede tener la verdad suficiente para explicar gran parte del subconsciente colectivo de muchos pueblos antiguos. Sólo por eso merece la pena investigar hasta el fondo del Misterio.