Nadie se atrevía a confesarlo y menos en público, pero Joe Biden era el candidato preferido por los aliados occidentales de EUA contra Donald Trump, las cancillerías de Europa, Asia y de los países iberoamericanos se hacían cruces por la victoria del candidato demócrata y con él la llegada a la Casa Blanca de un nuevo estilo de hacer política internacional, basado en las relaciones entre aliados, la cooperación internacional, la colaboración económica y una fluidez en el trato diplomático.

Y con ello mandar al olvido estos cuatro años de presidencia de Trump y su política internacional basados en la arrogancia, el desprecio, las suspicacias, las tensiones, los roces y las malas formas del saliente mandatario estadounidense completamente grosero en las formas e implicado en una confrontación permanente con aquellos que son los socios naturales y aliados de EUA.

Felicitaciones al nuevo presidente Biden

De este modo al confirmarse en la tarde del sábado que Joe Biden era el ganador superando los 270 votos electorales requeridos en el característico sistema electoral estadounidense, una euforia bien disimulada y contenida para no perder las formas diplomáticas, el primero en felicitar a Biden fue el primer ministro canadiense Justin Trudeau que no ocultó su entusiasmo en su comunicado: «Espero trabajar con el presidente electo Biden, el vicepresidente Harris, su administración y el Congreso de los Estados Unidos para que podamos abordar conjuntamente los mayores desafíos del mundo». Paralelamente empezó a cuajarse en las distintas capitales mundiales y muy en particular en la Unión Europea una sensación de euforia por el triunfo demócrata, sucediéndose los telegramas de felicitación al ganador.

Euforia en la UE con la elección de Joe Biden

De este modo, la presidenta de la Comisión Europèa, Ursula Von del Leyen, tras felicitar vía Twitter al tandem presidencial demócrata, Biden como presidente y Kamala Harris como vicepresidenta, se ha aprestado a recordar la relación trasatlántica: «La UE y los EE. UU. son amigos y aliados, nuestros ciudadanos comparten los vínculos más profundos.

Espero trabajar con el presidente electo Biden».

Esta vuelta a la cooperación Europa-EUA se deja sentir en el tweet de felicitación del presidente Macrón de Francia: «Los americanos han elegido a su presidente. ¡Felicidades a Joe Biden y Kamala Harris! Tenemos muchas cosas que hacer para afrontar los desafíos de nuestro tiempo.

¡Actuemos juntos!".

La Gran Bretaña como aliado preferente de EUA ha mantenido una discreción mayor y el Primer Ministro, Boris Jhonson, se ha limitado a felicitar al ganador, cuando su triunfo estaba asegurado, pero en los partidos de la oposición del Reino Unido el entusiasmo ha sido enorme con frases como: «Su victoria es de esperanza y unidad sobre la deshonestidad y la división. Millones de estadounidenses de todos los orígenes y edades se han unido para votar por un futuro mejor y más optimista», en palabras del líder de la oposición laborista.

Un entusiasmo que no ha ocultado la canciller alemana, Angela Merkel, con mensajes que felicitaban no solo a los ganadores, sino a todo al pueblo de EUA: «¡Felicitación a todos los norteamericanos!», no cabe duda que el deseo de Europa de librarse de Trump y empezar con Biden una nueva era de relaciones era obvio.

El vínculo transatlántico ya no será el mismo

Ahora bien, de recuperarse este vínculo transatlántico con Joe Biden este no será el previo a la presidencia Trump, la hostilidad de este último contra la UE en estos cuatro años ha forzado a Europa a distanciarse claramente de la política americana y basar su acción exterior y de defensa en una política independiente más libre y menos concertada con EUA tanto en defensa, seguridad y buscando una autonomía estratégica clara para no depender tanto de los EUA en esos campos.

Todavía queda mucho para que esta política de seguridad y defensa común en Europa se materialice, la actualidad solo se sostiene por la cooperación en misiones internacionales, alianza en la OTAN y la participación conjunta en varios programas de armamento, pero en conjunto cada país sigue su propia política de defensa particular por lo que buscar un modelo común llevara aún tiempo, aunque se camina en esa dirección.

Desde luego, ha sido un cambio de política forzado por la hostilidad de la administración Trump, pero aunque sea este su origen las futuras relaciones de la UE con EUA se basarán en esta "independencia" europea más vigorosa, mantener una relación privilegiada con EUA, pero aplicando una política independiente que no espere que: "venga el primo yanky a resolver los problemas".

Las notas discordantes

En una visión global de las reacciones mundiales al triunfo de Joe Biden solo aparecen unas notas discordantes llamativas, la primera la de Israel, país que durante la era Trump ha tenido excelentes relaciones con EUA que le ha apoyado en todas sus imposiciones contra los palestinos, desde luego se teme en Tel-Aviv que con la nueva administración este apoyo mengüe.

Irán como enemigo declarado de los EEUU ha ridiculizado en sus medios y con comunicados oficiales el complicado sistema electoral americano y su lentitud a la hora de contar los votos, tachando la democracia americana de decadente y obsoleta. Al-Quaeda y el estado Islámico han invitado a sus integrantes a atacar a EUA mediante atentados en "estos días de confusión" cuando se producirá el relevo de administraciones.

Rusia ha acogido de forma fría la elección demócrata en EUA, pues para el Kremlin es una incógnita la política que Joe Biden pretenda acometer. Putin está muy escaldado de la decepción que se llevó con Trump, pues cuando este resultó elegido en 2016 en Moscú hubo euforia por los halagos que el estadounidense dedicó al líder ruso con lo que se esperaba una etapa de cooperación.

Pronto esto quedó en nada cuando el Departamento de estado de EUA definió a Rusia como una amenaza y Trump castigó la economía rusa, al igual que la de la UE, con aranceles. Por ello el Kremlin se ha limitado a declarar que la elección de Biden no supone ninguna mejora para Rusia. Se espera un cambio en las relaciones internacionales americanas, hasta donde llegará ese cambio y como será con la nueva administración Biden es lo que está por verse.