Joe Biden de 77 años se proclama nuevo presidente de los Estados Unidos de América, tras ganar las elecciones de 2020 contra Donald Trump. Después de su triunfo en el estado clave de Pensilvania, la balanza ya se inclinaba a favor del partido demócrata, que regentará el país durante los próximos 4 años. Las primeras palabras del presidente han aludido al honor y la responsabilidad, teniendo siempre en su discurso la reconciliación social por bandera queriendo reunificar al país, tras la truculenta legislatura republicana de Trump.

Las jornadas previas

Las jornadas previas a la votación de la nueva presidencia de EUA han sido unas de las más tensas en la historia contemporánea. Mientras todo el mundo se concienciaba de la importancia de la participación sufragista de estas elecciones, que enfrentaban a Donald Trump como representante del partido republicano contra Joe Biden, miembro del partido demócrata, la ejecución del voto se veía dificultada por la situación de la pandemia. Es por esto que millones de ciudadanos americanos han optado por el voto por correo. Este voto telemático ha sido el ralentizador del recuento de votos, que se ha extendido varios días, mientras se escrutaban los datos de estados clave para el resultado.

El recuento más complejo en años

Además de la dificultad que presenta el recuento del aluvión de votos por correo inusitado en comparación con elecciones anteriores, los resultados de cada estado tenían a la población en vilo, ya que muchos de ellos han sido diferentes a los esperados según las encuestas. Wisconsin, Michigan y Pennsylvania, han demostrado ser de tendencia más demócrata contra el pronóstico que se tenía.

Otro dato que ha sorprendido a los expertos es el voto de gran parte de la comunidad hispana e inmigrante que se ha inclinado a favor de Trump, cuyas políticas migratorias no se conocen por ser ortodoxas. Millones de voluntarios han trabajado día y noche en varios estados contando los votos por correo, que también han desatado la polémica.

El poco probable fraude electoral

Hasta mitad de semana la balanza se inclinaba a favor de Biden, sin saber aún el resultado de 5 estados por lo que se anunciaba que el equipo de campaña de Donald Trump pediría un recuento en Wisconsin y además estaban dispuestos a llevar el tema al Supremo.

Sin haber proclamado aún ningún resultado, el miércoles Trump ya acusaba fraudulento el sistema y se autoproclamaba vencedor de las elecciones sin ninguna evidencia real, alegando que se habían encontrado más papeletas que ciudadanos inscritos en el registro de algunos estados.

El comité republicano buscaba impugnar el resultado de varios estados, cuyo voto mayoritario había sido por correo, mientras simpatizantes de ambos partidos protagonizaban las primeras revueltas en la calle, tanto pidiendo que no se impugnase el voto telemático bajo el lema 'Todos los votos importan', como para apoyar esta teoría del fraude.

Contexto de inestabilidad histórico

La legislatura de Donald Trump ha caído, poniendo fin a un periodo histórico para el país que abre una nueva etapa en un contexto de inestabilidad no solo internacional, debido a la pandemia del coronavirus, sino también interna en todo el país.

Durante este año se han radicalizado las protestas, en torno a problemas transversales que Estados Unidos lleva arrastrando desde hace años. Por una parte, la sublevación de colectivos, hasta ahora reprimidos por índole racial ha protagonizado durante varios meses las movilizaciones en las calles de todos los estados.

A raíz del asesinato de George Floyd por una negligencia policial, el movimiento 'Black Lives Matters' ha sido el azote de la xenofobia llegando a tener alcance mundial, gracias a su viralización en internet, que también ponía en el punto de mira la desorbitada violencia policial.

Por otra parte, el coronavirus también ha desatado las disidencias ya existentes entre antivacunas y pro-vacunas, y más dicotomías que se han visto polarizadas hasta el punto de tener respuestas violentas entre la ciudadanía.

Un cambio de Gobierno necesario

El sábado 7 de noviembre se conocía el resultado que daba por ganador a Joe Biden, del partido demócrata. Joe Biden que apostaba por la reconstrucción, ha sido el candidato más votado de la historia, en base al nivel de participación y poder de convocatoria, con más de 70 millones de votos. Las propuestas demócratas incluyen en su espectro test gratuitos contra el coronavirus, subir el salario mínimo, apostar por la energía verde o derogar la pena de muerte entre otros.

Los ciudadanos han salido a la calle para celebrar el resultado electoral y la posibilidad de cambio, tras prolongar un sistema político exhausto, aunque cualquier conato de apertura democrática podría provocar una reacción violenta en las avenidas, algo que conoceremos en los próximos días tras la resaca emocional de estas abigarradas elecciones.