La gobernadora del Estado brasileño de Roraima, Suely Campos, prometió cerrar temporalmente la frontera y pidió a Brasilia que envíe refuerzos "para lidiar con el crecimiento de la criminalidad" ligada, según la política, a los inmigrantes.

Escenarios de violencia y xenofobia

El Ministerio de Seguridad Pública de Brasil se comprometió a enviar 60 soldados más que se unirán, el lunes a las tropas ya en su lugar. La ciudad brasileña de Pacaraima, en la frontera con Venezuela, fue escenario el sábado de violencia y tensión tras varios ataques de brasileños a los campamentos de inmigrantes venezolanos.

Según la Fuerza Tarea Humanitaria, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que está en el lugar, los ataques comenzaron después de que un comerciante local fue asaltado en la noche del viernes, supuestamente por venezolanos que viven en la ciudad.

Venezuela responde a las medidas

En respuesta a los incidentes en Pacaraima, el Ministerio de Asuntos Exteriores venezolano pidió a las autoridades brasileñas "garantías de respeto a los ciudadanos venezolanos y medidas para la protección y seguridad de las familias y de sus propiedades". En el primer semestre, cerca de 56.740 venezolanos procuraron legalizar su situación en Brasil, para obtener el derecho de refugio o residencia temporal.

Venezuela todavía está enfrentando una grave crisis política, económica y social

Las tensiones migratorias se extienden a otros países latinoamericanos, alimentados por las crisis en Venezuela, pero también en Nicaragua, donde el presidente Daniel Ortega reprime los movimientos de protesta contra su Gobierno. En Perú y Ecuador, los inmigrantes venezolanos están atrapados en la frontera, donde se están solicitando pasaportes, que la mayoría no posee, en lugar de una simple tarjeta de ciudadano.

La semana pasada, unos 20.000 venezolanos entraron en Perú, según las autoridades de Lima, que adoptaron las medidas de restricción en vigor hasta el 25 de agosto. Las autoridades colombianas temen que los controles fronterizos instituidos en Ecuador desde el sábado, tras el establecimiento de un estado de inmigración de emergencia, dejen miles de venezolanos retenidos en su país.

Cerca de 3.000 personas cruzan la frontera de Colombia con Ecuador todos los días en la ciudad de Rumichaca. Las Naciones Unidas estiman que 2,3 millones de venezolanos salieron de su país, huyendo de la pobreza y la demanda de trabajo. Más de 800.000 están en Colombia, donde tienen el derecho temporal de residencia.

Muchos venezolanos pretenden alcanzar países más distantes como Perú, Chile, Argentina o Uruguay. Por otro lado, en Costa Rica cientos de personas se manifestaron el sábado, a veces violentamente y agitando símbolos nazis, para denunciar a los inmigrantes de Nicaragua. Algunos de los manifestantes se reunieron en el parque La Merced, en el centro de San José, queriendo atacar a los inmigrantes, pero según el ministro de Seguridad de Costa Rica, Michael Soto, la policía logró impedir las agresiones.