El primer ministro de Malasia afirmó hoy en Pekín esperar que China entienda los problemas fiscales de su país, tras haber suspendido proyectos evaluados en miles de millones de dólares apoyados por el liderazgo chino.

Malasia espera el apoyo de China

En una rueda de prensa conjunta con el primer ministro chino, Li Keqiang, Mahathir dijo que esperaba que el apoyo de China, mientras que trata de una enorme deuda y otros problemas económicos dejados por las administraciones anteriores.

"Tenemos la esperanza de que china comprenda los problemas económicos que atravesamos, creemos que el Gobierno chino nos ayudará a resolver nuestros problemas fiscales ", afirmó.

Mahathir, que es un crítico de la inversión china en su país, ha suspendido la construcción de varias infraestructuras financiadas por China. El líder malayo espera renegociar los términos de esos contratos durante las reuniones con los líderes chinos.

Antes de viajar a Pekín, Mahathir afirmó que quiere cancelar un proyecto ferroviario a lo largo de la costa oriental de la península de Malasia, valorado en 20.000 millones de dólares (17.500 millones de euros), y dos oleoductos, construidos por empresas apoyadas por ejecutivo chino.

El nuevo Gobierno de Malasia apeló a recortes drásticos, frente a la subida acentuada de los costos de los proyectos, estimados en total en 22 mil millones de dólares. Una parte de ese dinero ya ha sido pagado y puede ser difícil de recuperar. Beijing considera que estos proyectos traen beneficios a ambos lados y que cualquier disputa debe ser resuelta por las partes comerciales involucradas.

Se planeaban grandes proyectos conjuntos

Los proyectos son parte clave de la iniciativa china "Nueva Ruta de la Seda", lanzada en 2013 por el presidente chino, Xi Jinping, y que incluye una red ferroviaria intercontinental, nuevos puertos, aeropuertos, centrales eléctricas y zonas de libre comercio, con el fin de resucitar vías comerciales se remontan al Imperio romano, y luego recorridas por caravanas.

Los proyectos son sobre todo construidos por empresas chinas y financiados por los bancos estatales de China, extendiéndose a Europa, Asia Central, África y el Sudeste Asiático. En su primer desplazamiento oficial a China, desde que ganó las elecciones hace tres meses, Mahathir visitó la sede del grupo de comercio electrónico Alibaba Group, en la ciudad de Hangzhou, al este del país, donde se reunió con el fundador, Jack Ma. El líder malayo también visitó a Geely, uno de los principales fabricantes de automóviles privados de China.