En el mundo existen infinidad de tartas, muchas de ellas de cacao o chocolate. Se sirven en cumpleaños, bodas, fiestas o simplemente por gusto. Aquí te traemos un pastel distinto a las demás que tiene una textura deliciosa así como un acabado impecable. Su preparación, aunque laboriosa, no es nada difícil.
Los ingredientes
Dividiremos los ingredientes en tres, los que necesitaremos para el bizcocho, los que necesitaremos para la espuma y los que necesitaremos para el glaseado.
Para el Bizcocho:
- 3 Huevos
- 100 gramos de azúcar
- 30 gramos de cacao
- 3 cucharadas de agua caliente
- 40 gramos de mantequilla
- 50 gramos de harina
- mantequilla para engrasar
- Harina para espolvorear
Para la espuma:
- 3 claras
- 100 gramos de almíbar
- 200 gramos de crema de mantequilla al chocolate
Para el glaseado:
- 1 vasito de kirsch
- 1 vasito de azúcar
- 1 vasito de agua
Opcionalmente podemos utilizar escamas o pepitas de chocolate, en sus diversas formas, para espolvorear por encima y decorar una vez hayamos terminado la tarta.
Preparación
Empezaremos preparando el bizcocho. Para ello batiremos en un recipiente los huevos y el azúcar hasta que tengamos una masa amarillenta. Añadiremos después la harina dejándola caer lentamente, podemos tamizarla para evitar grumitos. Conforme la agregamos iremos removiendo con energía para que se mezcle bien.
En un recipiente a parte mezclaremos el cacao y el agua caliente. También derretiremos la mantequilla al baño maría y lo incorporaremos a esta segunda mezcla poco a poco, integrándolo lentamente. Una vez este listo añadiremos a esta pasta el preparado inicial lentamente, mezclándolo poco a poco y quedándonos una única masa homogénea.
Tras esto pondremos el resultado de la mezcla en un molde de aproximadamente 20 centímetros de diámetros, el cual habremos engrasado con mantequilla y espolvoreado con harina.
Introducimos todo en el horno precalentado a 180ºC y lo dejaremos hacerse durante 20 minutos. Una vez haya pasado este tiempo, nos aseguramos de que este bien hecho clavando un cuchillo y viendo que salga limpio. Si todo esta correcto cubrimos el bizcocho con una servilleta húmeda asegurándonos que no se seque.
Pasaremos ahora a hacer la espuma.
Montaremos las claras hasta que queden a punto de nueve, sabremos que están listas porque harán picos suaves. Una vez las tengamos añadimos con mucho cuidado el almíbar de azúcar cuando todavía esté caliente, y continuaremos removiendo hasta que se haya enfriado la mezcla por completo. Añadiremos la crema de mantequilla al chocolate a la mezcla y removemos con suavidad y movimientos envolventes.
Una vez terminado lo dejamos reposar.
Cortamos el bizcocho en dos mitades iguales, o al menos intentaremos que tengan el mismo espesor. Elegimos una y la barnizamos con el glaseado al kirsch, el cual habremos ya preparado poniendo al fuego todos los ingredientes hasta que vemos que forman un "hilo". Tras esto extendemos la espuma de chocolate hasta alcanzar un espesor de aproximadamente cinco milímetros. Cogemos el otro bizcocho y extendemos también la espuma. Tras montar toda la tarta barnizamos lo que queda con el chocolate hasta que sea una tarta homogénea de color marrón. Dejamos reposar la misma durante veinte minutos en el frigorífico y una vez este lista podemos decorarla y servir.