Uno de los puntos más destacados de la fase 1 de la desescalada es que permite la reunión con familiares o amigos en casas. Esta relajación de las medidas de confinamiento, tan celebrada por muchos, conlleva un alto riesgo que puede conducir a un rebrote de los contagios si no se cumplen a rajatabla las medidas de seguridad e higiene recomendadas por las autoridades. La euforia de posibles reencuentros con los más allegados no debe conducir a descuidos evitables.
Hay que ser conscientes de que el virus sigue ahí y debemos adaptar nuestras rutinas a la nueva normalidad.
Por ello, existe una serie de recomendaciones a la hora de realizar las visitas. Tanto si se es la persona que acude a otra casa, como si se es el que recibe a invitados, es vital seguir un protocolo con el objetivo de evitar posibles contagios. Solo de esta manera se conseguirá crear entornos seguros donde no exista lugar para la transmisión del Coronavirus.
La responsabilidad individual, vital en las visitas
Tras prácticamente dos meses sin ver a familiares o amigos, poder recibirlos en casa o acudir a sus domicilios es un momento muy esperado por la mayoría de los españoles.
Esta vuelta del contacto social debe ir acompañada de la responsabilidad individual de todos los implicados. Dentro de las medidas que se pueden tomar para prevenir posibles contagios, destaca el mantener la distancia de seguridad mínima de dos metros siempre que sea posible. De esta manera se evita que las gotas que salen de la nariz o la boca entren en contacto con otras personas.
En este sentido, se recomienda también el uso de mascarillas. Además, hay que recordar no tocarse la cara, evitando tocar ojos, nariz y boca, así como cubrirse la boca y la nariz con el codo o un pañuelo desechable cuando se estornude o tosa.
Teniendo en cuenta que las manos son el vehículo en el que se transporta el virus, una correcta higiene de manos es fundamental para evitar ser contagiados.
Los expertos recomiendan un lavado consciente y pleno de todas las partes de la mano antes y después de salir de casa. Mientras se está en la calle es aconsejable utilizar gel desinfectante de manos de manera asidua para impedir que el contacto con distintas superficies implique un riesgo de contraer el virus. En el caso de las visitas, se recomienda lavarse las manos al entrar en el domicilio del familiar o amigo y evitar tocar superficies innecesarias.
Desinfectar las superficies antes y después de las visitas
Toda superficie puede albergar bacterias y, lo que es peor, puede convertirse en un lugar donde el coronavirus sobreviva durante varios días. Por ello, es imprescindible limpiar y desinfectar las superficies de la casa con las que más contacto se tiene.
Desde los pomos de las puertas, pasando por los interruptores de luz, las mesas, sillas, mandos, aparatos electrónicos y superficies y utensilios de la cocina. Tampoco hay que descuidar los objetos personales. Para que la desinfección sea más efectiva, es recomendable no extender el producto desinfectante nada más aplicarlo y esperar unos minutos antes de hacerlo.
Asimismo, los expertos recomiendan dejar los zapatos en la entrada. Las suelas son un posible foco de infección, por lo que evitar caminar con ellos puestos por la casa es una medida de prevención a tener en cuenta. A la hora de recibir las visitas de amigos o familiares, teniendo en cuenta que el número máximo permitido es de diez personas, hay que extremar las medidas de limpieza del hogar antes y después de la reunión.
Aprender a convivir con el virus
Tomar consciencia de la importancia de mantener las normas de seguridad e higiene a pesar de la relajación de las medidas de confinamiento es vital para evitar posibles rebrotes. Que la población permanezca concienciada y alerta del riesgo de contagio es fundamental para una progresiva vuelta a la normalidad segura y eficaz. Tan solo cumpliendo las medidas de higiene y distanciamiento social se podrá asegurar que las futuras oleadas de coronavirus sean de menor intensidad.
Con la llegada del verano y las actividades de ocio de nuevo permitidas, aunque con restricciones, es importante ser conscientes de que el virus no desaparece en la época estival. Si bien es cierto que las altas temperaturas ralentizan su expansión, este no se detendrá completamente. Por ello, es necesario adaptar nuestro día a día a las nuevas reglas y no descuidar el cumplimiento de las pautas establecidas para evitar la transmisión del coronavirus.