La pandemia de Coronavirus ha obligado a todas las personas a ser especialmente escrupulosas con la higiene personal. Es la única manera de reducir el riesgo de contagio y evitar convertirse en un transmisor del virus. Asimismo, se hace hincapié más que nunca en la limpieza del hogar y en la precaución a la hora de tocar superficies fuera y dentro del mismo. Sin embargo, los objetos personales quedan descuidados a menudo. Se trata de objetos como carteras, llaves, gafas o teléfonos móviles que tocamos de manera constante.

Las personas tocan el móvil 2.600 veces al día

Sin duda, uno de los objetos con los que las manos y la cara más están en contacto en el día a día es el teléfono móvil. Los dispositivos están en contacto con las manos, la boca e incluso la nariz durante gran parte del día. Según un estudio realizado por Dscout, las personas tocan de media su teléfono móvil más de 2.600 veces al día.

Como toda superficie puede albergar bacterias y, lo que es peor, puede convertirse en un lugar donde el Coronavirus sobrevive durante varios días. Por ello, los expertos aseguran que los móviles son uno de los medios más fáciles para transmitir el virus. Su riesgo es alto por la cantidad de contacto y las características de la interacción con ellos.

Tal y como ha demostrado un estudio publicado en 'The New England Journal of Medicine', el coronavirus puede sobrevivir de 48 a 72 horas en superficies como el plástico o el acero. Se trata de materiales que se emplean en la fabricación de smartphones, por lo que mantener limpios estos dispositivos es esencial.

Cómo limpiar correctamente el móvil

El coronavirus puede llegar al teléfono móvil de dos maneras distintas. En primer lugar, a través de pequeñas gotas si una persona infectada con el Covid-19 tose cerca. En segundo lugar, por medio de las manos, vehículo perfecto para la transmisión del virus tras tocar timbres, botones, picaportes, agarradores, etc.

Para asegurar que no queda ningún rastro de virus en el teléfono móvil es fundamental dedicar unos minutos a su limpieza concienzuda. Solo de esta manera se podrá conseguir eliminar cualquier peligro y evitar que el aparato se convierta en un transmisor de la enfermedad.

El primer paso es apagar el teléfono móvil. Es importante asegurarse de que no está conectado a la corriente ni a ninguna batería externa ni aparato similar. A continuación, haciendo uso de un paño húmedo, una tela impregnada de agua tibia con jabón o una toallita desinfectante, se limpia su superficie por todos los lados. Tanto la pantalla, como los laterales, la parte delantera y la parte trasera.

Se debe hacer asegurando que el interior del móvil no se moje a través de las fisuras o aperturas de los materiales.

Es vital que la gamuza que se utilice esté lo suficientemente seca para no estropear el dispositivo. Asimismo, es recomendable emplear guantes desechables y lavarse las manos tanto antes como después de la limpieza.