Tal y como ha dado a conocer un informe interno del Ejército de Tierra español, se esperan dos rebrotes más del Coronavirus en los próximos meses. Así, se preven dos rebrotes más del virus, siendo una de ellas más intensa que la otra. La primera de ellas llegaría entre el 21 de noviembre de este año y el 21 de febrero del próximo. El segundo rebrote tendría lugar entre el 21 de noviembre de 2021 y el 21 de febrero de 2022. Según el estudio 'Informe cualitativo predicción epidemia largo plazo' del Ejército de Tierra, que ha sido elaborado por la Jefatura de Sistemas de Información y Asistencia Técnica (JCISAT), la tan esperada vuelta a la normalidad no se produciría hasta el año 2022.

El virus no desaparecerá en verano

Aunque se prevé un descenso de los contagios en la época estival, el actual brote de COVID-19 provocado por el SARS-COV-2 seguirá presente en verano. Si bien es cierto que las altas temperaturas ralentizarán la expansión del virus, este no se detendrá completamente. Por ello, es de vital importancia que no se descuiden las medidas de seguridad. Ante la probable reapertura de piscinas y otros espacios destinados a actividades de ocio es fundamental contar con una población concienciada que respete las normas de higiene, distanciamiento social y responsabilidad.

Será habitual, y en muchos casos hasta obligatorio, el uso de mascarillas, guantes y gel desinfectante.

Asimismo, será necesario aumentar las medidas de limpieza y desinfección en tiendas, establecimientos, zonas comunes, etc. Entrarán en juego nuevas reglas, como la presencia de escáneres térmicos que determinen la posibilidad de entrar a distintos lugares. Que los ciudadanos se adapten lo más rápido posible a la nueva normalidad y se asuma que el riesgo sigue presente es la tarea pendiente en la que las autoridades centran todos sus esfuerzos.

El peligro estará en las aglomeraciones

Mientras se estudia la fuerza que tendrá la segunda oleada, desde el ejército adelantan que el mayor peligro estará en las aglomeraciones. El riesgo no está tanto en el número de casos severos o muertes, sino en que se acumulen todos a la vez de nuevo y colapsen los servicios sanitarios.

Por ello, se pondrán en marcha medidas estrictas de control de aforo en tiendas, restaurantes, establecimientos, centros comerciales, espacios culturales, etc. El objetivo es permitir que en los lugares cerrados se cuente con suficiente espacio para mantener la distancia de seguridad mínima. Y es que impedir posibles aglomeraciones es primordial para evitar la transmisión y propagación del coronavirus.

El mayor nivel de inmunidad de la población ayudará

Lo que hará que los rebrotes, especialmente el segundo, que se produciría entre noviembre de 2021 y febrero de 2022, sean de menor intensidad es la inmunidad adquirida por los contagiados. A pesar de que no existirá nunca un 100% de inmunidad adquirida, las personas contagiadas tienen menos probabilidades de volver a contraer el virus ya que cuentan con anticuerpos capaces de luchar contra el COVID-19 y si lo hacen, presentarán síntomas más leves y evitarán síntomas graves de tipo pulmonar por norma general.

Esto unido a nuevos tratamientos que se descubran según avancen las investigaciones y la llegada de una futura vacuna, provocará que los rebrotes sean de menor intensidad.

Además, se contará con más experiencia y medios para afrontarlos con mayor rapidez. Las medidas de confinamiento volverán a ponerse encima de la mesa y se repetirán protocolos que hayan funcionado en el primer brote de esta enfermedad. En cuanto a la vacuna, el informe del ejército augura que no estará lista antes de enero o febrero de 2021. En todo caso, ninguna vacuna ofrecerá un 100% de protección y seguirá siendo necesario el desarrollo de tratamientos cada vez más eficaces. Por último, para ayudar en futuros rebrotes, el ejército describe como fundamental el desarrollo de una aplicación móvil de control de contactos.