Con el objetivo de garantizar la seguridad de pasajeros y trabajadores, los aeropuertos han comenzado a establecer protocolos de actuación ante la amenaza del COVID-19. Las distintas fases de desescalada y la progresiva vuelta a la actividad de distintos sectores obliga a las compañías a estar preparadas para dicha vuelta. Poco a poco se podrá volver a realizar compras, viajes, actividades de ocio, etc., aunque de distinta manera a la era pre-Coronavirus.

La nueva normalidad en la que se convive con el coronavirus está obligando y obligará a todas las personas a cambiar sus rutinas diarias.

Nuevas medidas de higiene y limpieza, normas de distanciamiento social, conductas responsables...todo entrará a formar parte del día a día de todos los ciudadanos.

La forma de viajar cambiará de manera drástica, y también la forma de estar y acudir a los aeropuertos. Atrás quedaron esas escenas de reencuentros en la terminal con abrazos y familiares esperando la llegada del viajero. Las aerolíneas van a establecer códigos de conducta para evitar la propagación del virus y convertir los aeropuertos y aviones en zonas seguras.

Las mascarillas serán obligatorias al viajar

Especialmente para los aviones, donde es imposible mantener la distancia social mínima de dos metros, se está estudiando la manera más adecuada de evitar posibles contagios.

La meta es conseguir que estos espacios no se conviertan en un foco de transmisión global.

Mientras se establecen normas comunes y cada aerolínea adopta las suyas propias, lo que sí es seguro es que el uso de mascarillas será obligatorio tanto para pasajeros como para personal de las aerolíneas. Dentro y fuera del avión, todas las personas tendrán que llevar puestas las mascarillas.

Se trata de la norma más efectiva y asequible que, tanto tripulación, como personal laboral del aeropuerto y viajeros, tendrán que cumplir. Esto, unido a una desinfección asidua de los aviones y aeropuertos espera conducir a convertir estos espacios en entornos seguros. También se valorará la instalación de escáneres térmicos para controlar la temperatura de todas las personas que entren en las terminales.

Habrá que mantener las distancias

Las escenas de terminales aglomeradas con gente esperando a embarcar, llegando de viaje, o esperando la llegada de familiares se han acabado. Para prevenir la propagación del coronavirus es esencial cumplir con la norma básica de distanciamiento social. El ideal es mantener una distancia de dos metros con el resto de las personas.

Con el objetivo de hacerlo posible, los aeropuertos prohibirán a las personas que permanezcan en las salas de espera y las salas VIP quedarán cerradas. Asimismo, será obligatorio mantener la distancia de seguridad con los agentes y empleados del aeropuerto, así como con el resto de viajeros. Para recordar esta norma, las aerolíneas mantendrán colgados carteles y marcas en distintos espacios y se guardará especial atención en su cumplimiento.

El personal de las distintas aerolíneas extremará las precauciones y se asegurará de mantener las distancias con los viajeros que requieran de sus servicios. Para el interior de los aviones, compañías como Emirates dejará asientos vacíos y prohibirá la subida de equipaje de mano, a excepción de un ordenador portátil y un bolso o maletín. A la hora de embarcar, también se separará a los pasajeros para que se pueda respetar la distancia de seguridad.

Acudir al aeropuerto con máximo 90 minutos de antelación

Otra de las medidas que se implantará será la prohibición de que los viajeros acudan al aeropuerto con demasiada antelación. Si bien en la era pre-coronavirus se recomendaba a los pasajeros acudir con un mínimo de dos horas para la realización de trámites como la facturación de maletas, ahora no se podrá estar en la terminal con más de 90 minutos de antelación.

De esta manera se pretende conseguir que espacios como pasillos y zonas comunes no reúnan a demasiada gente a la vez. La finalidad de las aerolíneas será lograr que las personas permanezcan la menor cantidad de tiempo posible en el aeropuerto antes del vuelo.

Además, cafeterías, restaurantes y tiendas del aeropuerto tendrán establecido un aforo limitado. Contarán con dispensadores de gel desinfectante y guantes a la entrada para extremar las medidas de higiene. También se reducirá el reparto de alimentos y bebidas entre los pasajeros para minimizar el contacto.