2

La temperatura y el “punto de humo”

Cada tipo de aceite tiene un punto óptimo de calentamiento antes de quemarse, por ello lo ideal es elegir los aceites que soportan altas temperaturas (Aceite de girasol, 130°; Aceite de maíz, 160°; Aceite de cacahuete, 180°; Aceite de oliva virgen extra, 210°). Una vez alcanzada la temperatura a la que el aceite comienza a humear (el "punto de humo"), se desarrolla una sustancia irritante (acroleína) que se evapora dejando perjudiciales ácidos grasos libres en los alimentos.