La obstrucción intestinal es una afección de alta frecuencia en las mascotas caninas y felinas, puede tener varios origenes y el tratamiento suele ser quirúrgico.
Causas
Dentro de etiologías más frecuentes de obstrucción intestinal en perros y gatos, la presencia de un cuerpo extraño en el interior de la luz de un segmento de intestino, es una de las más comunes.
En los caninos, es frecuente la presencia de juguetes, huesos, pelotas, piedras y anzuelos, mientras que en los gatos suele ser más frecuente la ingestión de cuerpos extraños lineales como un hilo o cuerdas,
También se citan las causas de obstrucción intestinal externa, en la que hay compresión extraluminal del intestino por una estructura en la cavidad abdominal, muchas veces de origen tumoral; asimismo, los engrosamientos de la pared intestinal por tumores o inflamación pueden producir obstrucciones.
Otras causas frecuentes de obstrucción intestinal en perros y gatos son los vólvulos o torsiones intestinales, intususpecciones y hernias estranguladas.
La intususpección intestinal es una invaginación de un segmento intestinal dentro del segmento intestinal adyacente; éstas aunque se pueden observar en cualquier segmento del intestino, frecuentemente son detectadas a nivel del orificio ileocecocólico; esta patología es mucho más frecuente en el perro que en gatos.
Síntomas
Los perros y gatos con obstrucción intestinal presentan vómitos persistentes, anorexia y depresión; se observan cuadros variables de deshidratación alteraciones en el equilibrio hidroelectrolítico y ácido base. Los casos crónicos cursan con adelgazamiento, vómitos intermitentes y heces escasas con alteraciones en la consistencia.
Los casos agudos con obstruccion total de un segmento proximal suelen haber fiebre y signos de abdomen agudo
Tratamiento
Los cuerpos extraños intestinales pueden producir obstrucciones parciales o totales y si detectan rápidamente y no producen daño a la integridad de la irrigación intestinal, la resolución quirúrgica mediante enterotomía es de buen pronóstico.
Por su parte, la intususpección amerita la resolución de y extracción del segmento lesionado, mediante una resección y anastomosis intestinal.
Todo perro o gato debe ser estabilizado antes de la cirugía, administrando fluidos intravenosos, antibióticos y analgésicos preventivos. el manejo de las bacterias anaerobias es de crucial importancia, así como una adecuada estrategia de analgesia multimodal.
