La cojera en los caninos domésticos es una causa frecuente de preocupación para los propietarios y un motivo frecuente de consulta veterinaria, que puede ser de gravedad y pronóstico variable según su etiología y tiempo de evolución

Causas y signos asociados de cojeras

La claudicación o cojera es un signo de dolor en la mayoría de los casos, aunque también puede atribuirse a una anomalía anatómica en los miembros anteriores o posteriores de la mascota. Puede observarse una disminución en el apoyo del miembro afectado o la ausencia total de apoyo en casos avanzados o que producen dolor severo; en algunos casos puede verse afectado más de una extremidad, lo cual puede empeorar el pronóstico.

La claudicación en perros puede ser debido principalmente a problemas del sistema locomotor (osteoarticulares o musculares), sin embargo, trastornos neurológicos y sistémicos pueden generar signos de cojera o similares.

Clasificación de las cojeras

Aunque existen otras clasificaciones médicas, en términos generales, las claudicaciones pueden clasificarse como agudas y crónicas según el tiempo de duración y esto influye de manera sustancial en la severidad de los signos clínicos asociados a la cojera, como son: dolor, disminución del grado de movimiento, atrofia muscular en el miembro afectado, dificultad para cambiar de posición, dificultad para subir escaleras, intolerancia al ejercicio, cambios en la conformación anatómica normal, entre otros.

Diagnóstico

Con base a la historia, el médico veterinario realizará una evaluación clínica e indicará las pruebas complementarias necesarias para confirmar el diagnóstico. Es importante hacer énfasis en el examen físico a fin de descartar enfermedades neurológicas que pudiesen estar ocasionando los síntomas. Entre estas pruebas complementarias se encuentran principalmente los estudios de imagenología como son: la radiografía, la tomografía computarizada o la resonancia magnética.

Sin embargo, usualmente se requiere realizar otras pruebas complementarias a fin de descartar otras patologías sistémicas que pudiesen generar signos similares o claudicación.

En algunos casos se requiere realizar punciones de las articulaciones afectadas a fin de indicar la evaluación físico química y bacteriológica del líquido sinovial a nivel de laboratorio.

Tratamientos

En función del diagnóstico obtenido tras la evaluación médica, el veterinario podrá indicar la terapia más ajustada a tu mascota: los tratamientos farmacológicos con analgésicos y condroprotectores (protectores de cartilago) son muy frecuentes. Algunas pataologias específicas como la displasia de cadera o la necrosis avascular de cabeza femoral requieren tratamiento quirúrgico.

También se han empleado terapias alternativas con muy buenos resultados, como son la termoterapia, la acupuntura, la terapia neural y la fisioterapia.