Una práctica frecuente entre los propietarios de mascotas felinas apenas perciben algún cambio en la conducta de su gato o cuando observan que éste presenta alguna lesión o traumatismo es administrarle algún analgésico de uso común en humanos. Sin embargo, muchos de los medicamentos utilizados en medicina humana incluso en otras especies animales, pueden producir grados variables de toxicidad en los felinos.
Deficiencias en el metabolismo
El gato carece de una enzima hepática, la glucoroniltransferasa, la cual es la encargada de la conjugación de muchos fármacos con ácido glucorónico para favorecer su adecuada eliminación.
Los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), son metabolizados por esta vía, razón por la cual su administración tiende a generar toxicidad en los felinos domésticos.
¿Qué es lo que no debemos hacer?
Nunca debe Automedicar a su mascota. Ante la presencia de una lesión, un síntoma de dolor o un cambio de conducta, lo más recomendable es acudir al veterinario que está capacitado para solventar cualquier inconveniente de salud de su mascota.
Por ningún motivo debemos administrar los analgésicos que frecuentemente usamos en casa y menos a las dosis e intervalos empleados en humanos; fármacos como el diclofenac, ibuprofeno, ketorolac, acetaminofen o aspirina, puede ser extremadamente tóxicos para las gatos ocasionando trastornos gástricos como gastritis o ulceras gástricas, alteraciones renales como insuficiencia renal aguda las cuales pueden llevar a la muerte de tu mascota.
Intoxicación por AINEs
Entre los síntomas de intoxicación por AINEs, los gatos suelen presentar vómitos, anorexia, diarrea, depresión e incoordinación al caminar, hemorragias gastrointestinales que quedan en evidencia por la presencia de vómitos con sangre y heces negras (con sangre oxidada) pudiendo evolucionar a insuficiencia renal aguda, alteraciones del sistema nervioso central, depresión respiratoria y coma.
Existen AINEs para los gatos
Si bien existe analgésicos antiinflamatorios no esteroideos aprobados para su uso en los gatos, con dosis e intervalos que permiten administrarlos de manera eficaz y segura, es el médico veterinario quien debe prescribirlos en función de las necesidades de tu mascota, por lo tanto, la administración de analgésicos a los gatos debe realizarse exclusivamente bajo prescripción veterinaria, esto puede ahorrarte muchos problemas económicos y evitar inconvenientes a la salud a tu mascota.