Científicos de dos prestigiosas instituciones, como lo son el Instituto de Tecnología de California (Caltech) y el Instituto de Investigación Beckman de City of Hope, lograron un tratamiento con el uso de ultrasonido de baja intensidad que puede embestir las células tumorales de cierto tipo de Cáncer sin perjudicar las células sanas, lo que lo convierte en una terapia bastante segura.
Si bien el empleo de ultrasonidos para tratar focos de tumores no es nuevo, esa técnica consiste en procedimientos de alta intensidad, pero que acometen tanto el tejido maligno como el sano.
Esta investigación fue dada a conocer por primera vez el día siete de enero del presente año, por la revista Applied Physics Letters, como un avance científico en un nuevo campo denominado oncotripsia.
¿En qué consiste?
El tratamiento de ultrasonidos para enfrentar el cáncer utiliza cualidades mecánicas de las ondas de sonido para incidir en las células tumorales y exterminarlas. Asimismo, utiliza las características sui generis de las células cancerígenas para distinguirlas y enfrentarlas separadamente.
La investigación indica que la ecografía ejercida a una frecuencia de 0.5-0.67 MHz con un lapso de pulso inferior a 20 milisegundos, ocasiona paralización selectiva de una división de tipos de células de cáncer de colon, mama y leucemia en suspensión, sin perjudicar de manera significativa los glóbulos rojos sanos.
Los responsables de la investigación refieren que las ondas exterminan el citoesqueleto de las células escogidas concretamente. Este efecto se denomina lisis o rompimiento de las células, e incrementa la aceptación de otras terapias como quimioterapia; inclusive puede alcanzar la atenuación o desaparición de los síntomas.
El autor principal del trabajo, David Mittelstein, destacó que es un ensayo de “concepto emocionante” para un nuevo tipo de tratamiento contra el cáncer que no necesita que la enfermedad presente marcadores moleculares especiales, ni que esté ubicado en un sitio diferente al de las células sanas, para tornarse en objetivo.
Manifiesta además este científico, en una comunicación, la esperanza de que su trabajo estimule a más especialistas a los fines de fomentar terapias para estas patologías, con el apoyo del ultrasonido.
Otros avances del ultrasonido en la oncología
La técnica de la ablación transuretral mediante ultrasonido (Tulsa, siglas en inglés) fue una de las primeras y más efectivas terapias oncológicas de ese tipo que ayudan a impedir la cirugía.
La Tulsa se aplica especialmente en enfermos con cáncer de próstata y presenta efectos colaterales pequeños.
Este tratamiento, igualmente, combate el aumento benigno de la glándula prostática, llamada también hiperplasia benigna de próstata; de acuerdo a los reportes presentados el año pasado en la asamblea anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte (RSNA).
Tulsa aplica una dosis exacta de ondas sonoras sobre el tejido prostático afectado. No obstante, hay la probabilidad que el tejido sano sea impactado en el procedimiento.
A lo largo de un año, un equipo de investigadores aplicó una prueba clínica con Tulsa en 111 hombres con cáncer prostático. Los resultados determinaron que 72 de los enfermos no presentó vestigio de cáncer en la biopsia, después de doce meses de terapia.
Uno de los responsables de la investigación, Steven S. Raman, MD, de la Universidad de California (EE UU), manifestó que observaron excelentes efectos en los pacientes, con una disminución significativa mayor al 90% en el grosor de su próstata y reducidas tasas de impotencia con casi ninguna con incontinencia.
El ámbito de la medicina, y principalmente el de la oncología, es uno de los más favorecidos por los permanentes adelantos en la tecnología. Estas investigaciones han confirmado que cada día será menos invasiva la guerra contra el cáncer. No obstante, el desafío real de estos adelantos tecnológicos será convertirse en asequibles para quienes más los requieran.