El invento de la pajita se les atribuye a Joseph y Betty Friedman. Estos hermanos poseían una compañía farmacéutica, por lo que estaban muy inmiscuidos en el ámbito de la medicina. Fue precisamente en un sanatorio donde vendieron su primer lote de pajitas, ya que antes se utilizaban delgados tubos de cristal para dar de beber a los pacientes.

Efectos dañinos asociados al uso de la pajita

Aunque el uso de este invento se extendió y popularizó en todos los rincones del planeta, poco a poco comenzaron a vislumbrarse los efectos negativos que trajo consigo.

El uso de las pajitas ha causado estragos importantes en el medio ambiente, ya que contribuye considerablemente a la contaminación plástica de los ecosistemas. Es inminente que comencemos a reducir el uso de plásticos, ya que la contaminación de los ecosistemas terrestres y acuáticos con este polímero, provoca la enfermedad o muerte de muchos Animales que lo ingieren.

Cerca del 95% de las pajitas que se utilizan en México no se reciclan, lo que resulta alarmante si se toma en cuenta que diario se usan alrededor de 17 mil, en 12 estados de la república. Tan sólo en el estado de Quintana Roo, aproximadamente 6% de la basura es generada por estos artefactos. Asimismo, se ha estimado que anualmente fallecen 100 mil tortugas marinas y mamíferos y un millón de aves de zonas acuáticas, debido al mal manejo de los desechos plásticos que terminan en el mar.

Estrategias en México para reducir el consumo de pajitas

De acuerdo al nuevo estudio llamado “La Economía del Plástico”, que fue presentado en el Foro Mundial Económico, se prevé que para el año 2050 habrá menos peces que plástico en los mares del planeta. Esto resulta muy alarmante, ya que un fenómeno así significa una catástrofe ambiental para los ecosistemas acuáticos.

La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha establecido que una persona promedio utiliza casi 38 mil pajitas en toda su vida. Éstos, al ser desechados, permanecen en el mejor de los casos en los rellenos sanitarios, pero también propiciar la contaminación de mares, ríos y suelos.

Entre las posibles soluciones para hacer frente a esta problemática, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión le hizo a la Semarnat una petición, para impulsar la difusión de campañas de concientización para incentivar la reducción y eliminación del uso de estas pajillas plasticas. A la par, el Senado de la República también solicitó impulsar la disminución del consumo de agua embotellada y el combate al tráfico de especies exóticas.