Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona desarrollan la cura la obesidad y la diabetes tipo II en ratones por medio de una terapia génica de laboratorio. En la investigación, liderada por la doctora Fátima Bosch, se estudió el uso de la proteína FGF21, la cual es producida por el propio organismo.

La base de la investigación tuvo como objetivo, la manipulación de esta proteína natural mediante el componente genético. El objetivo era lograr que los tejidos sean capaces de producirla naturalmente y así combatir los desarreglos causados por la obesidad y la diabetes tipo II.

Esta hormona es secretada de manera natural por el hígado y tiene como finalidad mantener a raya los niveles de glucosa, así como proteger el funcionamiento energético del cuerpo.

Una esperanza contra la diabetes II

Durante la fase de experimentación los científicos pusieron a prueba la proteína FGF21, la cual se inoculó en los ratones como un vehículo vírico. Al ser manipulado genéticamente, el virus no puede desarrollar ningún tipo de afección patógena, ya que el mismo se vacía de su contenido, para así aislar solamente la capacidad que posee de fijarse en una célula.

La idea principal de aislar la FGF21, era lograr que más órganos la produjeran naturalmente y así sostener los niveles normales de insulina.

Dicho de otra manera, la finalidad de la investigación radicó en “infectar” el cuerpo con un gen terapéutico.

Resultados contra la obesidad son prometedores

En el estudio realizado a la proteína FGF21, publicado por la revista médica EMBO Molecular Medicine, se concluyó, que los ratones afectados por obesidad y diabetes que recibieron una primera inoculación de la proteína, no solo redujeron los índices en ambas patologías, sino que también, durante un año de observación, mostraron una notable y progresiva mejoría en la que se pudo registrar un importante incremento en la sensibilidad, mientras la condición física se mantenía estable y sin el riesgo de un retroceso.

Fátima Borsch, líder de la investigación, señaló que uno de los factores que se consideró más alentador, tiene que ver con la reducción de los tumores hepáticos, frecuentes ante el consumo de una dieta hipercalórica, luego de la inoculación de la proteína. Se espera que la siguiente fase comprende el estudio de la proteína en animales de mayor tamaño, para posteriormente pasar a la fase de estudio con seres humanos.