La brucelosis es una enfermedad zoónotica de origen bacteriano de distribución mundial que afecta al ganado bovino y otras especies animales que produce abortos e infertilidad en el ganado bovino. En humanos se considera una enfermedad ocupacional sin embargo, la población general puede verse afectada por esta patología.
El género Brucella
Es causada por bacterias del género Brucella spp., y específicamente en el caso de los bovinos el agente causal es Brucella abortus, un microorganismo intracelular con forma de coco Gram positivo, inmóvil, aerobio estricto y no formador de esporas.
Otras especies del género, incluyen B. melitensis, que afecta a ovinos, caprinos y camélidos, B. suis, que causa enfermedad en cerdos, liebres, renos y roedores, B. canis afecta al perro, B. neotomae en roedores y B. ovis, causante de brucelosis en ovejas y B. maris que ha sido aislada de mamíferos marinos.
Síntomas en ganado bovino
Las vacas infectadas con la bacteria suelen abortar durante el último tercio de la gestación, también se observa el nacimiento de crías débiles y mortinatos, siendo la retención placentaria un signo frecuente de esta enfermedad. No ocasiona casos de mortalidad, sin embargo, las pérdidas económicas debido a los abortos e infertilidad se traducen en una disminución de la eficiencia reproductiva del rebaño, disminuyendo de manera importante la productividad.
Impacto económico
Esta enfermedad es de amplia distribución en el mundo, afectando principalmente las ganaderías lecheras y la incidencia en muy variable entre los distintos países, regiones y hatos ganaderos.
Existen animales positivos en Europa, el Oeste asiático, África y en todo el continente americano, con importantes tasas de prevalencia que pueden llegar hasta el 20.3% en ganaderías lecheras.
Estudios realizados en algunos países suramericanos, reportan costos que sobrepasan los 20.000 dólares americanos diarios por concepto de prevención y tratamiento de la enfermedad en animales, a lo cual debe adicionarse los costos generados por diagnóstico serológico, la eliminación de animales reactores no compensados por el gobierno, la incapacidad laboral y los tratamientos médicos de los trabajadores afectados
Impacto sobre la salud pública
Esta enfermedad es conocida en humanos como fiebre de Malta, fiebre del Mediterráneo o fiebre ondulante, en vista de que produce entre sus síntomas una fiebre intermitente característica; también cursa con, sudoración y escalofríos, siendo estos síntomas conocidos como la triada clásica de la brucelosis en humanos; además puede producir cefalea, disminución del peso corporal y malestar general.
En España, la brucelosis es la zoonosis más prevalente y es considerada una enfermedad de denuncia obligatoria, siendo el agente causal principalmente implicado B. melitensis, el cual se transmite por el consumo de leche y quesos artesanales de cabra y oveja. Afortunadamente debido a las políticas sanitarias se ha observado un notable descenso en la incidencia de casos en la población española.
Aunque suele ser catalogada como una enfermedad de origen ocupacional, de médicos veterinarios, granjeros y trabajadores de mataderos, por su alta exposición a tejidos placentarios y fetales provenientes de animales contaminados, también existe la posibilidad de adquirir la infección tras consumir productos y subproductos de origen animal contaminados sin la debida cocción; por lo tanto la población general puede estar a riesgo de sufrir la enfermedad.
Prevención y control
El control de esta enfermedad se fundamenta en la eliminación de los reservorios, para lo cual es necesario identificar y eliminar de los rebaños todos los animales reaccionantes a las pruebas de diagnóstico, así como vacuna a todos los animales susceptibles.
Desde el punto de vista ocupacional, se requiere aplicar mediadas de bioseguridad en los ambientes de trabajo con alta exposición como salas de beneficio de bovinos y cerdos, carnicerías, queseras, entre otros, haciéndose indispensable la promoción de la salud a través de campañas de educación continua a los trabajadores a riesgo
Para la población general se recomienda dar un adecuado tratamiento a los alimentos y subproductos de origen animal que pudiesen estar potencialmente contaminados.