La leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria ocasionada por protozooarios del género Leishmania, que puede causar síntomas graves en el perro, incluso la muerte.

Síntomas

Uno de los signos primarios y más frecuentes es la alopecia (pérdida de pelo) principalmente alrededor de los ojos, orejas y nariz, hay inflamación de ganglios linfáticos. En etapas avanzadas, el perro va perdiendo peso de manera progresiva hasta llegar a un estado de caquexia, pudiendo observarse lesiones en la piel de la cabeza y las patas, crecimiento exagerado de las uñas, síntomas oculares como conjuntivitis, claudicación, diarreas, ictericia, entre otros.

La fase crónica de la enfermedad en el perro cursa con insuficiencia renal.

Epidemiología

El parásito afecta sin distinción a perros de diferentes edades y sexo; en cuanto a su distribución geográfica, esta enfermedad ha sido descrita en España, Portugal, Francia, Malta, Italia, Israel, Turquía, Egipto, Grecia, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos, así como en muchos países de América Latina.

Específicamente en España, la mayor cantidad de casos son reportados en Aragón, Cataluña, Baleares, Madrid , Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Levante, Extremadura, Castilla y León. Sin embargo, se presenta con menor frecuencia en otras regiones. La leihsmaniosis es transmitida por la picadura de un mosquito hematófago de los géneros Lutzomia (en América) o Phlebotomus (en Europa), por lo cual durante la época de verano existe un mayor riesgo para la infección.

No obstante, en regiones de clima tropical puede ocurrir la transmisión durante todo el año.

Riesgo para la salud pública

La leishmaniosis puede afectar al humano, por tanto es considerada una enfermedad zoonótica; al igual que en los perros, en humanos es por la picadura del mosquito, el cual adquiere el parásito al alimentarse de un perro

La enfermedad en el hombre cursa con síntomas inespecíficos, por lo cual se dificulta el diagnóstico clínico; puede haber fiebre intermitente, sudoración nocturna, aumento de tamaño del hígado y bazo con enflaquecimiento progresivo.

Existe una forma muco-cutánea y una forma visceral de mayor gravedad. En la forma muco-cutánea pueden observarse lesiones en el labio superior, mucosa bucal, faringe y laringe. Se ha descrito un mayor riesgo de leishmaniosis en pacientes humanos VIH positivos.

Prevención

Las medidas de prevención contra esta enfermedad se fundamentan en el control de vectores sobre el animal, mediante el uso de repelentes así como la vacunación de todos los perros sanos.

A partir del año 2012 se han administrado al menos 2.500.000 de dosis de vacunas contra la leishmaniosis en España, actividad de crucial importancia en este país, en vista de la alta prevalencia de esta enfermedad en las poblaciones de caninos domésticos.