El bisonte europeo ((bison bonasus) es un animal hervíboro, el mamífero más grande de Europa, puede llegar a pesar más de 1000 kilográmos y tener una alzada de entre 180 y 200 cm. Sin embargo, es un animal pacífico que vive en manadas. Gusta de comer a primera hora de la mañana y a última de la tarde y el resto del tiempo lo dedica a rumiar tranquilamente a la sombra de las zonas boscosas que constituyen su hábitat. En invierno tienen un denso pelaje que va perdiendo en la primavera con la llegada del calor.

En 1927 desapareció, en el Caucaso, el último especimen que quedaba viviendo en libertad, pero afortunadamente quedaban unos pocos ejemplares en los zoos.

Un cuidadoso proceso de recuperación ha conseguido que en la actualidad existan unos 5000 ejemplares repartidos por toda Europa. Aunque estarán en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) hasta alcanzar la cifra del 15 000.

Un equipo de biólogos polacos está completamente implicado en esta recuperación, la mayor población de bisontes (unos 800 ejemplares) se encuentra de hecho en el bosque de Bialowieza, entre Polonia y Bielorrusia. La endogamia es un problema que intentan compensar con una distribución de los individuos es los territorios más distintos posibles.

En España, su introducción ha sido controvertida, los ganaderos desconfían y hay biólogos y paleontólogos que niegan que este se su hábitat original.

Sin embargo, hay proyectos que contemplan la recuperación de esta especie en diferentes enclaves en semilibertad como Lacuniacha (Huesca), San Cebrián de Mudá (Palencia) que ha sido pionera en España en este tipo de proyectos, Malpartida de Plasencia (Cáceres), Boñar (León), Valdeserrillas (Valencia), Teverga (Asturias), además de zoos como Cabárceno (Cantabria), Barcelona o Santillana del Mar.

Los beneficios para el turismo de estas zonas son innegables y constituyen un ejemplo claro, de que con voluntad e interés es posible la recuperación de especies que de otro modo desaparecerían para siempre dejando un vacío en nuestros ecosistemas.