Hace miles de años, el ser humano dio los primeros pasos para domesticar a los animales, posiblemente los primeros fueron aves, lo cual cambió su vida de forma radical permitiendo asentarse en un mismo lugar y, de esta manera, llevar una vida relativamente más tranquila. También aprendió a domesticar a las plantas para su provecho y, aunque ahora nos centramos más en las nuevas tecnologías que en nuestros más antiguos compañeros y aliados, fue un paso decisivo para llegar hasta donde estamos ahora.

Para dar ese gran paso, el hombre antes tuvo que domesticar a una criatura más salvaje y difícil: a sí mismo.

Cabeza de animal doméstico

¿Por qué se piensa que el hombre es un animal doméstico? Al comparar el cráneo de un Homo Sapiens con el de un Neandertal podemos distinguir a simple vista diferencias tales como: frentes menos prominentes, rostros más pequeños, el tamaño de los dientes,... En general, los cráneos de los Homo Sapiens se parecen más a los cráneos femeninos de los Neandertales.

Características semejantes se distinguen en otras especies domesticadas.

Reducir la agresión reactiva

El dominio de nuestras emociones es una de las cosas que nos separan de los animales: apretar los dientes, contar hasta diez o cualquier técnica que hayamos aprendido para dominar la ira nos permite vivir en sociedad.

La agresión reactiva es lo que dispara los sistemas de defensa de los animales salvajes, una característica que pudieron haber tenido nuestros antepasados y fue reducida en los últimos 200.000 años a través de lo que hoy llamaríamos genocidio.

Matar a los individuos más agresivos y permitir que prosperaran los mansos, se cree, fue la manera en la que el hombre se domesticó a sí mismo, por más escalofriante que suene.

Domesticación: ¿Qué es?

Pero, ¿qué es domesticar? Aunque la mayoría de nosotros pensamos que domesticar es enseñar a obedecer órdenes, esta definición se queda corta, ya que, como sabemos, también domesticamos especies vegetales, como el maíz y la papa.

La domesticación responde más a un proceso de adaptación, que de sumisión, aunque está muy relacionado, lo más importante es la adaptación a un nuevo entorno o medio ambiente.

Mansedumbre

Por otra parte, la teoría de la creación destaca el surgimiento de una raza perfecta que luego cayó en discordia con su Creador y fue condenada no volver a su paraíso original, por lo cual los seres humanos desarrollaron un carácter agresivo y asesino, donde los individuos mansos estaban en desventaja.

Durante miles de años se ha reforzado la mansedumbre como un regulador de la ira que nos permite crear sociedades y construir rascacielos. Sin la mansedumbre, sería imposible para el hombre trabajar en equipo y llevar a cabo proyectos, desde pequeñas tareas escolares hasta mega proyectos como ir a la luna.

La mansedumbre no es sumisión o aceptación de dominio, sino más bien, una forma de tolerancia y aceptación.

En otras palabras, según la teoría, nos matamos entre nosotros para hacernos más tolerantes.

Ya sea que la obtuvimos por auto domesticación o como una virtud, lo cierto es que el dominio propio es lo que nos hace ser lo que somos y su práctica diaria podría mejorar las sociedades como las conocemos.