Patentar es un proceso largo y tedioso en el que hay que gastar dinero. Por lo tanto, es de prever que en España, el país del "que inventen otros", el registro de patentes esté muy por debajo del de Estados Unidos u otros países europeos. Por este motivo las Universidades y Centros de Investigación españoles ocupan el vagón de cola del tren europeo en cuanto a la rentabilidad de sus patentes. Sin embargo, como en casi todo en esta vida, existen honrosas excepciones. En este artículo presentaremos dos de las patentes nacionales más consolidadas y rentables y también analizaremos dos patentes emergentes y que podrían generar una gran cantidad de ingresos en un futuro cercano.
La ADN polimerasa - el origen del CSI. Empezaremos por la patente más rentable de la ciencia española, la desarrollada por el equipo de la Dra. Margarita Salas. Esta famosa investigadora, discípula de nuestro laureado Nobel Severo Ochoa, descubrió y patentó junto al investigador gallego Luis Blanco Dávila el uso de la ADN polimerasa. Esta patente, propiedad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que posteriormente fue licenciada por la empresa Amershan Biosciences, ha generado más de 4 millones de euros. El uso de esta enzima ha revolucionado la biología molecular y la ciencia forense.
La exquisita gula. A finales de los años ochenta y gracias a un convenio de colaboración entre el Instituto del Frío (también del CSIC) y la empresa Angulas Aguinaga surge una patente para generar un sucedáneo de la angula.
Los inventores Javier Borderías Juárez y Margarita Tejada Yabar. Esta patente tendría que ser un ejemplo de cómo debería funcionar la ciencia en España; investigadores y empresarios unidos para generar un producto rentable y que alegra a los paladares más exigentes. A partir de pescado morralla, y aprovechando parte de su músculo blanco, se genera un producto cuyo sabor y textura es muy parecido al de las caras y extintas angulas.
Grafeno el material del futuro. La patente para generar grafeno a un coste razonable también es española. El grupo de la Dra. Rosa Menéndez ha generado un procedimiento para hacer rentable la producción de este material. El grafeno, por sus propiedades químicas, podría ser de utilidad para la fabricación de componentes de móviles, ordenadores e incluso en aeronáutica.
Así, el grafeno, debido a su superconductividad, podría ser el substituto natural del coltan, un material escaso y cuya explotación está generando graves problemas sociales en los países productores.
Gafas para evitar la ceguera. Una lente, patentada por la Dra. Celia Sánchez Ramos de la Universidad Complutense de Madrid, es capaz de evitar el daño ocular producido por la luz solar o artificial. Este invento se encuentra en fase clínica y, de funcionar, podría ser utilizada por millones de personas con problemas maculares alrededor de todo el mundo. Ojalá estos casos sirvan como ejemplo a nuestros científicos e Instituciones y entre todos consigamos hacer más rentable la ciencia en España.