Eran más a menos a las 19 horas del 10 de julio de 1986 cuando el entonces comandante Vieira y los capitanes Arnaiz , De Maria y Díez Rosella aterrizaban cuatro F-18 biplazas en la pista de la Base Aérea de Zaragoza tras un vuelo de 8 horas desde San Luis, sede de la empresa McDonnell Douglas en los EEUU en que tuvieron que repostar en el aire 8 veces y sendos pilotos americanos hicieron de copiloto de cada avión.

Aunque no había concluido pues las entregas de los nuevos cazas se prolongarían los cuatro años siguientes hasta completar los 72 ejemplares, mas otros 26 extra pedidos en los años 90, era la culminación del programa FACA, Futuro Avión de Combate y Ataque, con el que se pretendía dotar al Ejército del Aire de un caza puntero de última tecnología que lo pusiera al nivel de otras fuerzas aéreas aliadas y le dotará de una contrastada capacidad de combate con la que encarar el final del siglo XX y el inicio del XXI.

FACA. Polémica incluida

Iniciado en 1979 el programa FACA desechó varios aviones candidatos en su recorrido: el ligero F-5 por no cumplir los requisitos mínimos exigibles al nuevo avión, los poderosos F-14 y F-15 por sobrecoste y ser cazas puros no aviones de combate polivalentes, el europeo Tornado por no cumplir las capacidades aire-aire y el francés Mirage 2000 por excesivo precio y prestaciones limitadas, la carrera final quedó entre los americanos F-16 y F-18, el primero excelente en combate cerrado tenia una capacidad aire-tierra menor y menor potencia que el F-18 mientras que este era un verdadero avión polivalente tan valido para caza como bombardeo así en verano de 1982 se anuncio al F-18 como ganador.

Con sobredosis de demagogia simplona la polémica surgió en el debate político mediático ya sobre el coste del avión, pacifismo chusco y pancartero, despilfarro de dinero en Crisis y charada entre políticos hizo tambalear el programa cuando se hizo público, de hecho los 86 aviones pedidos originales se redujeron a 72, pero este siguió adelante culminado esa tarde de julio del 86 con el arribo de los primeros cuatro aviones.

Un salto adelante

Superadas las demagogias lo cierto es que el F-18 ha sido un total acierto, con él el Ejército del Aire paso de ser una fuerza aérea mediocre a una de las aviaciones más potentes de Europa, de hecho la más poderosa de las naciones del Mediterraneo Occidental durante los años 90 y hasta mediados de la presente década, le ha permitido competir en píe de igualdad con la aviación de naciones aliadas y sacar excelentes resultados en competiciones y ejercicios multinacionales amen de crear escuela para traer a España la escuela de pilotos de caza de la OTAN y que en nuestro país se celebren las más elitistas reuniones de pilotos de combate.

Y entrar en combate pues los F-18 españoles entraron en acción sobre Bosnia del 94 al 95 y sobre Kósovo en el 97 en misiones de ataque y bombardeo y sobre Libia en 2013 en misiones de escolta de bombardeo. Una experiencia bélica que no se vivía desde el conflicto de Ifni.

La celebración

Salvo algunos que tristemente han fallecido los capitanes que trajeron esos primeros F-18 son hoy generales, de hecho el entonces capitán Garcia Arnaiz es el actual JEMA del Ejército del Aire, fueron estos los principales invitados de la celebración que por estos 30 años de servicio se conmemoró en la Base Aérea de Zaragoza cuando se cumple 30 años de la llegada a España del F-18. Un caza que ha puesto a España en la élite de las aviaciones de combate occidentales.