La búsqueda de una presencia en los medios es una dulce y fácil adicción que va ligada directamente con altos estándares de popularidad. La tecnología ha avanzado para “mejorar” nuestras vidas y sobre todo la compilación de datos. Estas nuevas herramientas simplifican el trabajo de muchas horas si fuera recabar información en papel, pero estas bases de datos implican más diversas actividades y por ende más horas de jornada laboral. Realmente la tecnología nos está sobrepasando, nos exige un ritmo que hasta hace algunas décadas, ningún ser humano estaba acostumbrado.

Los niños y adolescentes, también se ven añadidos – sin querer – a esta locura tecnológica donde tienen que cumplir expectativas altas, en relación a la función de los diferentes dispositivos, así como estar enterados de todo lo que se suscita en las redes o en los grupos ligados a estas.

Es una doble presión – engañosa – porque el móvil, tablet u ordenador, ya no son únicamente herramientas para realizar labores escolares y extracurriculares, son medidores de la autoestima e intereses de muchos jóvenes que desafortunadamente no pueden vivir sin estar bajo el ojo del microscopio virtual, siendo exhibidos por ellos mismos.

Porcentajes de favoritismo variable

Por desgracia para Mark Zuckerberg después de que desconectarán su plataforma en una lejana región de Oceanía, se vienen cambios drásticos con respecto a Facebook. El público joven está comenzado a emigrar a otras redes sociales.

Muchos podrían creer que a Twitter, sin embargo no posee una configuración adecuada, y no puede cubrir las necesidades de un público tan demandante como lo es el adolescente.

Esta huida a marcado a la red social más preferida por el público en general, dejándola peligrosamente vulnerable a una reacción en cadena. Lo que significa que si los más jóvenes lo están haciendo, es muy probable que los adultos sigan los pasos de sus hijos o sobrinos para estar a la última “moda”.

Imágenes, vídeos e interacción en vivo

Las tres redes sociales a las que se han mudado estos jóvenes, ansiosos por compartir contenidos, han sido: Instagram, Youtube, y Snapchat. Esta información ha sido recabada con base en estadísticas con la interacción de cada plataforma en EE.UU.

¿Qué le espera a Facebook en el resto del mundo?

¿Ira perdiendo a toda su asistencia virtual, tanto adultos como niños y jóvenes? Suponemos que la información contenida en estos números, ponen en alerta al Sr. Zuckerberg, para realizar una acción desesperada. Ahora solo queda esperar al próximo acto, que reposa detrás del telón.