Santa Rita de Casia es patrona de los imposibles… ¡y de los funcionarios! Esta mujer de la Edad Media sigue disfrutando del recuerdo y la devoción de muchas personas, además de tener su imagen en multitud de iglesias. En la población ourensana de Os Liñares, celebran su novena y fiesta en un templo de la década de los pasados 80. Nos acercamos hasta allí para conocer un poco más la historia y el sentir de estas gentes.

Santa Rita, una santa actual con muchas historia

No dejó escritos, pero sí una memoria, ya entre sus contemporáneos, donde la historia se entremezcla con la leyenda.

Su vida se repite durante la novena de Os Liñares y algunas partes se recuerdan en la predicación de su día de fiesta, además de las moniciones en Misa.

Fue una niña nacida en Rocaporena, aldea a unos 10 km de Casia, en la región de Umbría, en mayo de 1381. Durante su vida pasó por un matrimonio concertado, por la maternidad (2 hijos), la viudez, la muerte de sus retoños y el ingreso en la vida conventual, idea que mantenía desde su infancia, pero no pudo llevar a cabo hasta su madurez. Como se ve, una mujer que pasó por todos los estados de vida posibles. Dotada de fuerza de voluntad firme y una fe ardiente, fue ejemplo de constancia. Y, ya en vida, se le atribuyen varios milagros.

Dos de ellos hacen referencia a un tiempo invernal en que pide una rosa y dos higos.

En las dos ocasiones, la petición es imposible de cumplir, ya que la estación no contemplaba la presencia de la flor ni del fruto. SIn embargo, a quien se lo pide la, por entonces ya, religiosa, va a un determinado jardín conventual y encuentra lo pedido. Es por eso que su imagen suele ir acompañada de rosas.

Otro detalle visible en sus representaciones en la frente con una gota de sangre.

Hace referencia a su experiencia mística en el convento: la adquisición de un estigma. Tras súplicas y oraciones, se le concede participar físicamente de la Pasión de Cristo. La forma es una astilla de madera que se le clava en la frente y una herida que no se cierra más que en una ocasión, por un viaje a Roma, y con su muerte.

Una devoción de renombre

La devoción a la santa sigue viviendo tiempos buenos. Así, en la población ourensana de Os Liñares, se la festeja con novena y día de fiesta. Este suele ser el último sábado de cada mayo, tras el rezo de los nueve días anteriores. En ellos se desgrana la vida de la santa y se le reza.

El día de fiesta se le dedica una Misa solemne a mediodía, con acompañamiento de gaitas, además de la dirección litúrgica de algún coro, durante la Misa. También se invita a un cura de las cercanías para la presidencia y predicación. Tras la celebración el pueblo sale en procesión, desde la capilla de santa Rita hasta un cruceiro que se encuentra hacia el fondo del pueblo. Allí se da la vuelta y se regresa al templo.

Suele acompañar a la imagen de la santa otra de la Virgen María, en su advocación del Carmen.

Hay un detalle devocional que marca diferencias con otras festividades, y es la de entregar, al final de la procesión (o de la Misa, si la procesión se realizó antes), una rosa bendecida por familia. También se suelen regalar estampas de la santa. El párroco suele advertir que ambos regalos están bendecidos y son las rosas exvotos que bien pueden tomarse en las manos cuando uno quiera rezarle a santa Rita.