El pasado martes 10 de abril Mark Zuckerberg compareció en el Capitolio para aclarar el conflicto reciente en cuanto a difusión de propaganda rusa en las elecciones de 2016. El fundador de Facebook se disculpó por no haber podido hacer lo suficiente para evitar las noticias falsas y los discursos de odio, así como la interferencia extranjera en las elecciones.

¿Qué diferencia hay en la disculpa de ahora?

Zuckerberg lleva todo este tiempo mandando a representantes de su compañía para justificar sus acciones por distintas acusaiones y denuncias. Pero hace 14 años también tuvo que pedir disculpas personalmente por no haber podido controlar el efecto de difusión incontrolada de Facebook.

El senador John Thune le preguntó ayer “¿Por qué es diferente la disculpa de hoy?”.

“No espero que nada de lo que diga aquí cambie su visión, pero confío en que los cambios se vean y se valoren en adelante”, aclaró el empresario insistiendo en el aprendizaje que les ha otorgado este debate. El problema que desde Facebook ven es principalmente el intento de Rusia por explotar sus sistemas.

Aseguran encontrarse en una carrera armamentística. Lo que les motiva a seguir trabajando y avanzando para que Facebook siga funcionando bien para sus usuarios, que tienen total derecho a comunicarse y expresarse libremente. La publicidad mantiene la gran red social, por lo que la información ha de seguir circulando.

Lo que hay que cambiar son las medidas para proteger desde fuera a este tipo de redes.

A Zuckerberg le ha beneficiado dar la cara

Ya desde el comienzo de la audiencia admitió su culpa y no tuvo miramientos en reconocer el fallo a lo largo de las cinco horas que duró el interrogatorio de los legisladores. Y las acciones han subido un 4,5% desde el fin de la comparecencia.

“Se sentiría cómodo diciéndonos el nombre del hotel en el que se quedó anoche?”, fue la pregunta más relevante del día. El senador Dirk Durbin también le animó a revelar los nombres de las personas con las que se había mensajeado en los últimos días. Mark Zuckerberg prefirió mantener esos datos para sí. A lo que se le reclamó que el problema de todo este asunto era, evidentemente, la falta de privacidad que sufren actualmente los usuarios de Facebook.

El desconocimiento del acceso de Cambridge Analytica a los datos de 87 millones de usuarios por parte Facebook hizo posible el ataque. Y aunque Zuckerberg opinó que no era posible la influencia rusa en las elecciones, los números hablan por sí solos, así que también se mostró humilde en esta parte.