El pasado 8 de diciembre, una dama legionaria del Tercio Juan de Austria, con base en Viator (Almería), fue sancionada con tres días de multa por no acudir a la celebración de la Inmaculada.

Hasta ahí la noticia parece bastante lógica. Pues como consideró su capitán, faltar a un desfile es una deslealtad. Pero la mujer, que tenía una jornada reducida para cuidar a su hija de 2 años, había pedido previamente un día de asuntos propios porque el día del desfile no tenía con quién dejarla. Su marido, cabo en otra compañía, tampoco obtuvo el permiso para quedarse con su hija, de manera que había que traer a la niña a la base.

La soldado preguntó si podía subir a una hora en la que no hiciese tanto frío (eran 5 grados a primera hora), pero el capitán no accedió.

¿Prefieres que te arreste a que tu hija pase frío?

Con esa pregunta, el capitán declaró su intención de no dejar que la soldado quedase impune por anteponer sus propios intereses a los de la base. Ella contestó que por supuesto, y así fue como comenzó no solo su sanción, sino un comportamiento de hostilidad por parte del superior hacia la soldado.

Enfrentándola contra sus compañeros, amenazando con arrestarla por cualquier cosa e incluso impidiendo que estudiara el curso para cabo, el capitán acabó aislando a la soldado y reprimiéndola por haber ejercido el papel de madre.

Considerando este acoso, el oficial sigue teniendo este poder de actuación porque es la jerarquía de la Legión.

“Si pasas de venir a un desfile, ¿qué harás cuando haya una guerra? Si fueras civil hoy mismo te echaría a la calle y tu hija se moriría de hambre. Los privilegios son para gente que cumple, así que olvídate de estudiar para el curso de cabo”, fueron sus palabras ¿No está quedándose el Ejército obsoleto con términos tan drásticos?

Si bien es cierto que los soldados están para proteger a su país en caso de guerra, también es verdad que hay que saber cuando hacer excepciones. Y en este caso, un día de asuntos propios habría sido lo correcto.

Los cánticos de la Legión incitan al machismo

No solo esta jerarquización tan irreversiblemente masculina incentiva un comportamiento de desigualdad para las mujeres en el ejército.

Tres días despues del desfile de la Inmaculada, otro desfile en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) era llevado a la voz de un cántico denigrando la figura de la mujer.

Rodeados de familias con niños, e incluso con una mujer legionaria desfilando, el resto de los legionarios gritaban a coro lo que les iba diciendo su supeiror. “Yo prefiero tener un perro a tener una mujer porque el perro ladra que ladra y la mujer ladrona es” y frases del estilo sentenciadas por soldados que tienen como deber proteger a su país.