La mañana de este sábado ha amanecido con un trágico comunicado de la Armada Española a través de su perfil oficial en Twitter. En él se informaba del fallecimiento de Javier Montojo Salazar, capitán de fragata que se encontraba realizando investigaciones oceanográficas en la Antártida.

La inclemencia meteorológica, principal causa de la muerte

Poco después, el Ministerio de Defensa ha lanzado un comunicado público para aportar más datos sobre el suceso.

El oficial se desplazaba con el buque 'Hespérides' por suelo polar. En el momento de la caída -en torno a las seis de la tarde del viernes- el capitán estaba navegando por los aledaños de la base española Juan Carlos I, situada en la isla de Livingston. Sin embargo, se desconoce su trayectoria exacta ya que se le había perdido la pista horas antes.

Según el Ministerio de Defensa, la situación marítima en el momento de la desaparición y caída era desfavorable, por lo que se baraja esta hipótesis como la principal causa de la caída al mar de Javier Montojo Salazar. Fueron necesarias seis intensas horas de trabajo hasta que al fin se encontró su cuerpo.

Lamentablemente, no pudo hacerse nada por su vida y se confirmó de inmediato su fallecimiento.

Pese a que Montojo Salazar pertenecía a las fuerzas armadas, en esta ocasión no formaba parte del equipo integrante del 'Hespérides'. Su presencia en la antártida se debía a su trabajo como científico e investigador oceanográfico en el grupo Galileo.

Consternación popular en las redes

Tras conocerse la noticia, Twitter se ha inundado de condolencias emitidas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; y miembros de la Armada Española en sus cuentas oficiales. Además, centenares de ciudadanos anónimos también han querido sumarse al pésame colectivo.

En estos momentos, el cadáver del oficial español viaja a bordo del 'Hespérides' con rumbo a Usuahia (Argentina). Se espera que buque alcance su destino el próximo lunes. Será entonces cuando se inicie los trámites de la repatriación para que los restos mortales lleguen a España el martes, según lo previsto oficialmente.

El buque español había partido del puerto de Cartagena el pasado 24 de noviembre y había llegado a suelo polar dos meses después, donde yacía la base científica que se había creado hace 30 años y que en la actualidad pertenecía al CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas).