El conjunto blanco no ha podido llevarse la victoria frente al vigente campeón de la Euroliga pese a haberlo intentado durante todo el encuentro. Los de Pablo Laso iniciaron el encuentro somnolientos y encajaron un parcial de 2-14 que hizo presagiar un horizonte muy negro en la lluviosa noche madrileña. Teniendo en cuenta que esos dos primeros puntos llegaron desde la línea de tiros libres, el Madrid no fue capaz de anotar su primera canasta hasta el minuto seis del partido, algo atípico en uno de los equipos con mejor promedio ofensivo de la competición.
Sin embargo, la solidez defensiva de Ayón y Reyes, junto al acierto exterior de Rudy y los tiros libres por las excesivas faltas de los turcos lograron mantener a flote a los locales hasta alcanzar un empate a 20 tras los primeros 10 minutos de juego. Esta tarea fue ardua por la férrea defensa que desprenden siempre los turcos en sus partidos de Euroliga y que les ha llevado a liderar la clasificación de conjuntos con menos canastas encajadas.
En el segundo cuarto, el Real Madrid recuperó la compostura y se propuso pisar el acelerador. Capitaneado por Doncic, los merengues oxigenaron el marcador para alcanzar su máxima renta del partido al término de la primera mitad: 45-40. Datome y Gurudic fueron, por parte del Fenerbahçe, los hombres que mantuvieron a los suyos dentro del partido durante este parcial gracias a la eficacia de sus triples.
Antes de acudir a los vestuarios, el trío arbitral se cansó de las constantes quejas airosas de Obradovic, el técnico visitante, y le pitaron una técnica que agravó más la herida que estaban provocando los blancos.
Al descanso, todo por decidir
Los 15 minutos de descanso le sirvieron a ambos entrenadores para retocar sus desajustes sobre la pizarra técnica.
El Fenerbahçe debía recuperar las óptimas sensaciones de los primeros minutos, mientras que el Madrid debía circular con mayor agilidad el balón para no depender tanto de los tiros libres. Tanto tacticismo hizo que el tercer cuarto se convirtiera en un constante tira y afloja. Ningún conjunto parecía querer abrir distancias en el electrónico, o, mejor dicho, no eran capaces de dejar atrás a su correoso rival.
Por parte de los locales, Carroll estuvo muy acertado desde el tiro exterior y Campazzo fue capaz de conectar con mayor éxito sus pases a la pintura, donde Ayón hizo notar su presencia en el rebote ofensivo. Sin embargo. pese al buen juego desplegado por el Madrid, Nunnally, con cuatro de cuatro en triples, y los tiros en gracia de Datome permitieron a los de Obradovic contrarrestar la apisonadora blanca, muy bien respaldada por un pabellón a reventar que no dejó de animar durante todo el partido.
Final de infarto
Todo iba a decidirse en los últimos 10 minutos de un encuentro que iba a camino de convertirse en uno de los más largos de la temporada. Los árbitros no estaban dispuestos a cometer ningún error decisivo para el resultado final, por lo que constantemente acudían a la mesa de anotación para confirmar sus decisiones en cancha a través de la repetición en pantalla.
Nadie puede dudar de la solvencia arbitral, pero para muchos aficionados supuso un enfado notable por los constantes parones forzados del partido.
Sloukas fue el jugador más destacado del Fenerbahçe en los instantes finales por su mente fría en la ejecución de sus lanzamientos. En el Madrid, se volvieron a repetir los errores defensivos y precipitaciones ofensivas del primer cuarto, que condenaron a los de Laso a falta de poco más de un minuto para el pitido final: 78-84. Entonces, Rudy Fernández quiso echarse el equipo a su espalda como Llull en los viejos tiempos para alcanzar una victoria heroica sobre la bocina. Pudo robar un balón y enchufar un triple a falta de seis segundos,que colocaban a los blancos 83-84 en el electrónico.
La épica esta vez no pudo consumarse porque en la última jugada, Doncic decidió forzar una falta de tres puntos, que los árbitros no apreciaron.
Con este resultado (83-86), el Real Madrid desciende a la quinta posición en la clasificación de la Euroliga. Aun así, sigue dependiendo de sí mismo para ganar el factor campo de cara a las siguientes eliminatorias. Por su parte, el Fenerbahçe se consolida en la tercera plaza con las mismas victorias que Olympiacos: 17. Todo apunta a que los turcos no tendrán ningún problema en pasar a la siguiente ronda como cabezas de serie, aunque las matemáticas todavía no lo aseguran con rotundidad.