El pasado jueves el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, decidió realizar un ejercicio de sinceridad en una entrevista retransmitida a través de Facebook Live con los hermanos Pou, dos escaladores y alpinistas mundialmente conocidos.

Una de las preguntas más esperadas por la audiencia de Simón -una de las personas que ha adquirido mayor notoriedad durante la pandemia de Coronavirus en España- obtuvo una respuesta muy contundente. Aquellos que piden su dimisión, por el momento no van a poder disfrutar de ese placer, ya que no quiere dejar “el marrón” a otra persona.

Además, ha querido mostrar que el cansancio no va a hacerlo abandonar su trabajo: "no me voy a quitar porque esté cansado o porque me sienta más o menos fuerte mentalmente o no. El esfuerzo lo voy a hacer y lo voy a hacer hasta que haga falta".

Para Fernando Simón "es muy duro"

A pesar de ser un hombre que ha viajado y vivido por todo el mundo, esta situación ha pasado factura al director del CCAES, ya que ni los más pesimistas esperaban el impacto que la pandemia podría generar no solo a la sociedad española, sino en todo el mundo.

Tantas horas de trabajo han provocado que día tras día sea más complicado "levantarse y decir: otro día de 15 horas de trabajo, sin comer, sabiendo que no voy a poder casi hablar con mi mujer porque llego, ceno, me tiro en el sofá un ratito y me voy a la cama".

Pese a la dificultad que implica desarrollar su labor, Simón ha resaltado que no es el momento de abandonar el barco, ya que le parecería "injusto" para la sociedad española que espera mucho de su trabajo, ha zanjado. Además, ha querido dar las gracias a todos los ciudadanos que le han brindado su apoyo en estos momentos tan difíciles: “no os podéis imaginar cuánto”.

No obstante, ha mostrado que su intención no es mantener el puesto para siempre y si en algún momento tiene que ser relevado, no pondrá obstáculos.

Enfrentar las críticas

En otro momento de la entrevista, Fernando Simón ha destacado que, ya desde el inicio de la pandemia, sabía que sus acciones iban a generar también críticas.

Frente a ellas, ha asegurado tener la suficiente experiencia para evitar que le afecten de sobremanera.

Destaca Simón que la culpa de que la COVID-19 haya llegado a España no es suya, y que sus decisiones al frente del CCAES han tenido consecuencias que han afectado prácticamente a toda la población española. Por lo tanto, asume su papel de ser la cabeza de turco de algunos ciudadanos. Lo que no tolera y no le "hace tanta gracia" es que se emplee su figura como "arma" para que otras personas defiendan sus intereses personales o políticos y no priorizar la lucha para poder acabar con la pandemia.