La segunda ola del COVID-19 que está azotando tanto a España como al resto de Europa. El número de contagios no para de ascender y los gobiernos están restringiendo aún más la movilidad de las personas para evitar la aplicación de confinamientos domiciliarios. Ese es el caso de Alemania, cuya canciller, Angela Merkel, ha decidido cerrar bares, restaurantes, discotecas y establecimientos similares para frenar los contagios. En el otro extremo se encuentra Francia, que decidió acometer un confinamiento severo pero no igual al impuesto en abril. España ha optado por esperar a que las medidas impuestas por las Comunidades Autónomas surtan efectos.

Illa descarta el confinamiento domiciliario

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya ha escuchado como algunos territorios han decidido solicitar la aplicación de un confinamiento domiciliario. La respuesta del Ministro de Sanidad ha sido claro. Un "no" rotundo. El motivo esgrimido por el titular de Sanidad ha sido que el marco jurídico actual, es decir, las condiciones actuales impuestas por el estado de alarma, no son suficientes para garantizar su legalidad: ”La herramienta no permite el confinamiento domiciliario".

Además, el ministro ha considerado que las medidas que han adoptado las Comunidades Autónomas son lo suficientemente duras como para poder doblegar la curva de la segunda ola que está atacando a España en las últimas.

Entre ellas se encuentran los toques de queda que prohíben la movilidad salvo causas justificadas a determinadas horas de la noche, el cierre perimetral de la mayoría de las autonomías entre otras. Así, gracias a la "contundencia" de estas medidas, no será necesario imponer confinamientos estrictos. Por lo tanto, Illa ha defendido la validez del actual marco legal, que no se encuentra "obsoleto" ya que es un "marco estable" que finalmente permitirá que las medidas impuestas surtan efecto.

Debate con las Comunidades Autónomas

No obstante, algunas Comunidades Autónomas han decidido solicitar al gobierno central la imposición de confinamientos domiciliarios. Entre ellas se encuentra Asturias, que según los datos ofrecidos por Sanidad registra una incidencia acumulada en los últimos 14 días de 420 positivos por cada 100.00 habitantes.

Asimismo, la ciudad autónoma de Melilla ha manifestado su intención de imponer un confinamiento domiciliario de 15 días para rebajar la incidencia más alta de toda España: 1384 según los últimos datos ofrecidos por Sanidad.

Otras autonomías han decidido poner sobre la mesa esta medida, como es el caso de Castilla y León, pero de momento ha anunciado medidas más restrictivas, como el cierre total de la hostelería y la restauración desde las 00.00 horas del próximo viernes ya que no es posible "ir más allá" con el actual marco jurídico. La incidencia de casos en este territorio asciende a 820.