Nuestro estilo de vida ha provocado que, cada día, se tiren a la basura toneladas de comida. Pero, más allá del coste económico hay una realidad que muy pocas personas conocen: con el desperdicio de alimentos estamos dañando el agua, la tierra, la biodiversidad y el clima, estamos haciendo un daño irreparable para nuestro planeta. El mero hecho de dejar comida en el plato y tirar alimentos al cubo de la basura, no solo significa malgastar un bien que es muy preciado, ya que no todas las personas tienen la posibilidad de acceder al mismo.
Tirar la comida implica perjudicar a nuestro planeta
Muchas personas consideran que tirar un yogur por llevar un par de días caducados o una fruta muy madura en sí, no tiene ninguna consecuencia, cuando justamente es lo contrario. Al final de año, todos los alimentos que se tiran al cubo de la basura suman 1.300 millones de toneladas, un tercio de todos los alimentos que se producen a nivel mundial. Una cifra que resulta intolerable, ya que hay mil millones de personas que sufren por falta de alimento en todo el mundo.
Según el Ministerio de Pesca, Agricultura y Alimentación, un 84% de los alimentos que acaban en el cubo de la basura, en realidad, no han pasado por ninguna sartén, salen del frigorífico directamente.
En el pasado año 2018, se desecharon 1.300 millones de kilos de alimentos. La mayor parte de los cuales son lácteos que han caducado, frutas y verduras que estaban en mal estado, pero también un 15% de la comida que es desechada había sido cocinada.
Y todo a pesar de que España es uno de los países que se comprometieron con los objetivos para lograr un Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, que busca acabar con el hambre a nivel mundial, reducir las emisiones de CO2 y lograr que se mejore la salud actual del planeta.
El nivel de cumplimiento de los mencionados objetivos no se está realizando ni de lejos
El desperdicio de comida no solo implica tirar toneladas de alimentos, también se malgastan recursos naturales que se necesitan para poder alimentar a la humanidad, como puede ser la tierra, el agua o la energía, lo que provoca una sobreexplotación, y termina con una serie de efectos muy negativos para la biodiversidad que caracteriza a la naturaleza.
Tirar a la basura un total de 1.300 millones de alimentos (como sucede en España) es igual a tirar el volumen de agua que circula por el caudal del importante río Volga en 12 meses (es la cantidad de agua que se necesita para regar la tierra y producir esa cantidad de alimentos). Y, además, implica lanzar la cantidad de 3.300 millones de toneladas de gases con efecto invernadero, lo que significa el 8-10% de las emisiones que se lanzan a la atmósfera.
Por otro lado, actividades como la ganadería o la agricultura son causantes de un gran porcentaje de este tipo de gases, por lo que cada vez hay más expertos que recomiendan dejar de consumir carne para ayudar a cuidar el planeta y evitar destruir más biodiversidad.