Los partidos políticos de Alemania se han puesto de acuerdo para evitar que la ultraderecha siga ganando poder en el Este del país germano. El controvertido AfD ha experimentado una fuerte subida, en las regiones de Sajonia y Brandeburgo, donde han ganado los conservadores y los socialdemócratas, de manera respectiva, según las encuestas sobre intención de voto.

Finalmente, la sociedad alemana parece estar aliviada, pero de una manera contenida. Se esperaba una victoria por parte de la extrema derecha en los estados de Sajonia y Brandeburgo, pero, finalmente, no ha tenido lugar, según las encuestas sobre intención de voto que se han hecho a pie de urna.

AfD (Alternative für Deutschland) habría conseguido buenos resultados, si se comparan con los resultados de las últimas regionales que tuvieron lugar en el año 2014. Pero, aún así, los partidos que lideraban hasta este momento los Gobiernos -en Sajonia, los conservadores (CDU) y en Branderburgo, los socialdemócratas (SPD), habrían logrado mantener el poder y contendría la subida del partido de ultraderecha, aunque sí han perdido un importante porcentaje de votos.

El Este de Alemania ha sido el foco de los medios de comunicación europeos ante la llegada al poder de la ultraderecha

Estas elecciones en el Este de Alemania se han seguido con mucho interés por parte de los medios de comunicación de todo el país, ya que se temía que la ultraderecha entrase en el poder provocando un “terremoto” en el ya frágil tablero político del país.

A partir de este mismo lunes toca reflexión en los cuarteles de los partidos más importantes en la capital, y se iniciaran las negociaciones bastante complejas, para poder cerrar un Gobierno sin la necesidad de contar con un partido de ultraderecha (a pesar de que hayan ganado muchos apoyos en la población).

Todos y cada uno de los partidos de Alemania ya han comunicado que rechazar cualquier tipo de alianza con el partido de ultraderecha

A pesar de todo, Andreas Kalbitz, representante del sector más duro de la mencionada formación de ultraderecha, ha cantado victoria por estos resultados. Consideran que el AfD ha llegado para quedarse y el resto de partidos no podrán sacar adelante sus proyectos sin su apoyo.

La realidad en Alemania es la que es: en el antiguo territorio de la República Democrática de Alemania (RDA) hay una frustración latente entre la población, tres décadas después de la caída del muro de Berlín, unido a un rechazo total a la llegada de refugiados (alimentado por el propio AfD, que se ha publicitado como la voz de los olvidados del Este). La mayoría de los votantes del partido de ultraderecha, este domingo, han sido hombres muy jóvenes.