Ha quedado claro que el supuesto “gen gay” es completamente falso: no hay ningún tipo de relación entre la orientación sexual y los componentes que forman parte de nuestro ADN. Este es el resultado del mayor estudio de la historia sobre el supuesto “gen gay”, con una cantidad cercana a los 500.000 participantes. Eso sí, hay una gran cantidad de genes que pueden influir en nuestro comportamiento sexual y sería casi imposible poder determinar la orientación sexual de una persona teniendo en cuenta solamente su genética.

El estudio ha sido impulsada por el Laboratorio Europeo de Biología Molecular en Finlandia

Un grupo de científicos de distintos países de la Unión Europea y de Estados Unidos han publicado el que sería el mayor estudio realizado por el momento sobre la influencia que poseen los genes en la orientación sexual de los humanos. Para ello, han contado con un número cercano a los 500.000 participantes de todas las partes del mundo.

La investigación completa ha sido publicada en la prestigiosa revista “Science”, con el objetivo de poder llevar a cabo una estimación de la proporción y poder calcular la correlación genética dentro del comportamiento sexual entre personas que son del mismo sexo y ha sido impulsado por el prestigioso Laboratorio Europeo de Biología Molecular (Finlandia).

Los participantes debían tener entre 40 y 70 años de edad, además de ser de todas partes del mundo.

Un porcentaje de entre el 2-10% de las personas admiten mantener relaciones sexuales con personas del mismo género, ya sea de forma exclusiva (homosexualidad) o teniendo relaciones con personas de ambos géneros (bisexualidad).

La orientación sexual de una persona tendría una inlfuencia genética menor al 1%

Además, hay un mito completamente falsa que asegura que la orientación sexual de atracción hacia personas que son del mismo sexo solo sucede dentro de una misma familia, lo que sí demostraría que hay una influencia genética, sobre todo, en el caso de las parejas de hermanos gemelos (monocigóticos).

El objetivo del estudio era descubrir si los genes tenían alguna relación con la orientación sexual, como dice el mito, o no, como se ha demostrado.

Por ello, han llevado a cabo un estudio de la asociación de genoma completo (GWAS), cuyos resultados demuestran una serie de variantes en la genética, aunque puedan afectar al comportamiento sexual, la influencia es mínima, ya que representaría menos del 1%. O sea, es imposible, en la práctica, es imposible predecir a través de un estudio genético cuál será la orientación sexual de un humano, ya que habría que tener en cuenta muchos otros factores.