Los tendidos eléctricos causan la muerte de miles de pájaros en España cada año. Águilas imperiales y perdiceras, búhos reales, cigüeñas... Resulta muy complicado encontrar una especie de ave a la que no ataquen estos cables "asesinos". La Fiscalía General del Estado ha informado de que se están produciendo unas intolerables cifras de mortandad de aves tanto por electrocución como por colisión. Mediante un duro oficio elaborado por el fiscal de sala de Medio Ambiente y Urbanismo, Antonio Vercher, ha acusado a las comunidades autónomas de no expedientar y sancionar a las compañías eléctricas propietarias de los tendidos, así como de obstaculizar las labores de los agentes medioambientales que tramitan las denuncias una vez hallados los cadáveres.
La Fiscalía da voz a las asociaciones que denuncian que las Administraciones no hacen nada por salvar a estas aves
El presidente de Grefa (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat), Ernesto Álvarez, ha manifestado que esta situación "es una verdadera masacre". Del mismo modo, Esaú Escolar, vicepresidente de la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (Aeafma), ha asegurado que las Administraciones les ponen muchas trabas.
La Fiscalía abrió un expediente en 2017 sobre las muertes de aves en los tendidos y, tras años de recopilar información de asociaciones, agentes y centros de recuperación, ha concluido que, "salvo honrosas excepciones, puede afirmarse que no se incoan por las Administraciones competentes expedientes sancionadores para averiguar la posible trascendencia legal de la muerte de avifauna por electrocución o colisión con tendidos".
De esta forma, la Fiscalía reprende la "actuación omisiva de las Administraciones" y deplora además la falta de "medios personales y materiales" de los centros de recuperación, que informan de que el número de aves muertas por electrocución y colisión "es alarmantemente elevado".
La Fiscalía quiere acabar con la muerte de aves en tendidos eléctricos
El último informe del ministerio de Medio Ambiente manifestó que, aproximadamente, 33.000 rapaces mueren anualmente en los tendidos de nuestro país. Otro estudio, en este caso realizado por la Fundación Amigos del Águila Imperial, informa de la muerte de entre 192.000 y 337.000 aves al año por la misma razón.
Ernesto Álvarez reconoce que la cifra real de muertes se aproxima más al segundo informe.
El departamento dirigido por Vercher ha solicitado a las Administraciones el traslado a las Fiscalías provinciales de los atestados, expedientes y actuaciones cuando se descubran muertes en tendidos eléctricos de especies catalogadas en peligro de extinción. Además, pide que las comunidades envíen informes que recojan el número de incidentes y de expedientes abiertos por esa Administración debido a estas muertes.