La ciudad de Ourense pretende transformar su barrio más poblado (unos 27.000 habitantes) en referencia europea de sostenibilidad y aprovechamiento de los recursos naturales de la zona. Es el barrio de A Ponte, que también espera la aprobada reforma de su Alameda y el inicio de las obras de la futura estación de autobuses, además de la nueva estación de tren.
El Ecobarrio de A Ponte no solo situará a #Ourense en la vanguardia del aprovechamiento energético y sostenibilidad; también supondrá un considerable ahorro para las familias. Se crearán además 300 empleos, gracias a una inversión de la UE de 20 millones de euros #ourensanamente pic.twitter.com/AYFbvYIl8g
— Jesús Vázquez Abad (@jesus_ourense) 19 de marzo de 2018
Una referencia europea en Ourense
Las obras referenciadas son el futuro próximo del barrio de A Ponte, en Ourense.
Un punto de referencia estos días, por el centenario de A Ponte Nova, y por las diferentes aprobaciones de obras que irán configurando su nueva apariencia en los años venideros.
La del ecobarrio es la propuesta más integral y definitoria. En este primer proyecto se pretende aprovechar la energía geotérmica para abastecer de calefacción y agua caliente a medio centenar de edificios, tanto públicos como privados. El establecimiento de una oficina específica en el propio barrio ofrecerá un espacio de información más detallada para el ciudadano.
La instalación de la geotérmica llevará aparejada la renovación de fachadas y vanos, de modo que la energía se desperdicie lo menos posible y los edificios elegidos se renueven.
También se han preparado una serie de mejoras en el transporte público de modo que las emisiones contaminantes se reduzcan. Y la iluminación pública se pretende cambiar paulatinamente, quizás siguiendo la técnica led que se aplicó al Puente Romano.
El alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, desea que Ourense se convierta en un referente mundial, estableciendo la primera red europea de geotermia.
Desde la Xunta de Galicia aportan las primeras cifras: reducción de gases contaminantes en un 30 %, que se mejore la eficiencia energética un 20 % y que un mismo 20 % de la energía consumida provenga de fuentes renovables.
Las administraciones se reparten sus obligaciones
El 19 de marzo contempló la presentación de tan ambicioso proyecto y el 6 de junio se repartieron las competencias de cada administración.
A la Xunta de Galicia le toca gestionar el dinero, llevar adelante los convenios necesarios y realizar contrataciones.
Al Ayuntamiento de Ourense le ha tocado ocuparse de las licencias, datos, recursos humanos y material. Adif tiene la obligación de los trámites y obras precisas en sus instalaciones ferroviarias. También aquí se han adelantado algunas cifras: inversión de 20 millones de euros, creación de 300 puestos de trabajo y medio centenar de edificios donde se actuará.