Se las denomina “fake news” y tras la denominación nos encontramos el típico “bulo”. Noticias falsas o titulares llamativos que, luego, apenas disponen de un contenido correspondiente. Artículos que denigran a marcas y personalidade públicas, en orden a movilizar la opinión pública contra ellos. A veces disponen de un viso de realidad que, según se avanza en la lectura de la publicación, se deforma y desaparece, diluido en los datos que una mano negra desea inculcar.
Para luchar contra estas noticias, la red social Facebook implantará en España el segundo centro de control de información.
Y lo hará en Barcelona, en la Torre Agbar, de plaza de las Glòries. Sus oficinas y protocolos seguirán el modelo del centro de Alemania.
Los bulos mueven al gran público
Un titular llamativo, una imagen provocativa o el uso de exclamaciones, prometiendo un contenido espectacular y que cambiará la perspectiva sobre una empresa o una persona. Generalmente, las noticias falsas se venden así: atrayendo la atención en un primer momento.
Si uno lee el contenido del artículo, también generalmente, se lleva una decepción. Suelen ser datos cogidos con pinzas, declaraciones sacadas de contexto o informaciones cuyas fuentes son desconocidas. Más de una vez, la imagen que nos atrajo para leer la noticia resulta no tener nada que ver con la misma.
Estas cosas mueven a muchas personas, condicionan su perspectiva y conducen sus juicios sobre sucesos, personas y empresas. El problema es que, luego, pocos contrastan la información o esperan antes de compartir el titular llamativo.
La reacción común es compartir el enlace, muchas veces sin haber leído el cuerpo de la noticia.
Está comprobado: una buena imagen y un titular provocativo absorben la atención del lector y lo mueven a lanzar la noticia, pero pocas veces a leer con calma y sentido crítico. Digamos que los bulos se lanzan a la parte emotiva del lector, no a su razón. Y la cosa funciona. Muchos comparten en el muro de sus redes información sin contrastar, solo porque les ha llamado la atención el titular y sintoniza con su forma de pensar.
Una apuesta por la información clara y veraz
En la reciente reunión del F8, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, comenzaba su discurso reconociendo que este año es intenso en cuanto a la vida de la red social y que todas las dificultades se afrontan sacando pecho. Una manera amable y positiva de ver lo que han sido meses de acusaciones, su primera declaración ante los senadores de la nación y los escándalos por venta de datos personales.
La apuesta actual es luchar contra los bulos controlando la información que se publica, intentando reconocer las fuentes y censurando las posibles noticias falsas, al tiempo que se blindan los protocolos de protección de datos. Una manera de hacerlo es eligiendo bien qué publicidad se coloca en las redes y qué titulares se promocionan de forma oficial. Barcelona acogerá el segundo centro de control de información de Facebook en Europa, tras el alemán situado en Essen.