Si eres una de esas personas que siempre tiene unas largas listas de cosas sin hacer, invierte muchas horas en una misma actividad sin ver cumplir sus logros, y termina el día con la sensación de no haber logrado lo que se propuso al comenzar el día, tal vez sea porque debes aprender un poco más sobre la planificación.
La planificación es un proceso que implica la toma de decisiones y la ejecución de una serie de acciones para el logro de unos objetivos planteados; por lo que de alguna manera, aún sin darnos cuenta, utilizamos la planificación en nuestra vida diaria.
Indiscutiblemente, que en la acción de planear pueden intervenir una serie de factores que debemos conocer y controlar para tener éxito, no solo en el ámbito laboral, sino también social y personal.
Aprender a planificar
Hablar de planificación implica desarrollar la imaginación, hay que ser creativos y saber procesar la información y los conocimientos, necesarios para razonar y resolver; y para ello es necesario cultivar la mente, poner en práctica la actividad cerebral, de manera tal que podamos tomar la decisión más estratégica; y a la larga esto crea en el individuo una capacidad de planificar que puede ser de alguna manera aprendida.
Fases de la planificación
Dentro del proceso de la planificación, se dan varias fases: en primer lugar hay que hacer un diagnóstico para identificar el problema, aquí hay que hacer un análisis situacional y evaluar las limitantes y los recursos con los que se cuenta.
Luego se buscan las posibles alternativas de solución, y en esta fase es donde la creatividad cobra valor. De acuerdo a lo planteado se debe priorizar según los objetivos y elegir la opción más conveniente entre las alternativas planteadas, para proceder a la toma decisiones y a la ejecución de las actividades.
Por último y no menos importante, la monitorización y evaluación de todo el proceso es una fase que no se debe olvidar.
Problemas de no saber planificar
Existen cosas que se pueden planificar y otras que no, porque por supuesto que en nuestra vida diaria siempre surgen imprevistos. De cualquier manera al enfrentarnos a cualquier actividad, el éxito depende de cómo lo abordemos.
No saber planificar puede conducir al fracaso en cualquier ámbito, lo cual a su vez puede llevar a una serie de problemas a nivel personal, con terribles consecuencias como son: desequilibrio en el manejo del tiempo efectivo, la falta de objetivos claros, que a su vez llevan a conflictos a nivel personal y en las relaciones interpersonales, estrés y ansiedad.